Un niño, un profesor, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo

La ganadora más joven en ganar un Premio Nobel en el 2014, Malala Yousafzai, hace poco anunció su graduación de la Universidad de Oxford "Es difícil expresar mi alegría y gratitud en este momento, he terminado mi Licenciatura en Filosofía, Política y Economía en Oxford".

Malala fue víctima de un intento de homicidio por un hombre en Pakistan en 2012, después de hacer una campaña que abogaba por los derechos de la mujer a la educación. Tras un coma inducido y varias operaciones, la joven se recuperó para pugnar por un diálogo con los grupos extremistas, alcanzar la paz y permitir la educación gratuita y obligatoria de las mujeres.

Hoy vengo con el estandarte de la educación y la capacitación por delante, es necesario promover el acceso de la mujer a la educación, ya que continúa siendo triste la realidad.

31 millones de niñas en edad de educación primaria no van a la escuela y dos tercios de los 774 millones de personas analfabetas en el mundo son mujeres, proporción que no ha cambiado en dos décadas, por lo cual, las mujeres representan dos tercios de los ciudadanos más pobres del mundo.

La educación de niñas y mujeres supone transformar sus vidas e impulsar el desarrollo de las sociedades en las que viven, permitiéndoles salir de la pobreza, reducir la mortalidad infantil y favorecer el crecimiento económico, sin educación se les priva de ser ciudadanas con voz en su sociedad.

Educar a las niñas y a las mujeres tiene innumerables beneficios: por cada año de educación de la madre, su hija o hijo pasará más en la escuela, la tasa de mortalidad de sus hijos menores de 5 años se reduciría, lo que equivaldría a mayor número de vidas salvadas.

A mayor nivel educativo, más se retrasa la iniciación en la actividad sexual, el matrimonio y la maternidad, así como aumenta la posibilidad de mantener la soltería o acceder a métodos anticonceptivos.

La educación aumenta el nivel de recursos al alcance de las mujeres ("empoderamiento") para evitar la violencia de género o acceder al divorcio, relacionarse con socios, patronos o empleados, participar en política o ejercer cargos, la educación aumenta su autonomía y su confianza y con lo cual obtienen mayor libertad para tomar decisiones.

Existe mucho camino que recorrer, empezando por reconocer el papel fundamental de la mujer dentro de la sociedad como agentes transformadores del cambio y del progreso, ya que las mujeres influyen en lo cultural, lo económico y político. Para las niñas y las mujeres, la educación y la formación se pueden convertir en la herramienta más poderosa para acceder a sus derechos y alcanzar la igualdad.

En la actualidad en México, las mujeres tienen más posibilidades de acceder a la educación, en todos los niveles, que las que pudieron tener las mujeres de generaciones anteriores, inclusive, terminan la universidad con mejores calificaciones que los hombres, pero antes de que cumplan 30 años ya van a estar ganando 10% menos que ellos. De acuerdo a Naciones Unidas, en promedio, las mujeres siguen ganando en todo el mundo un 23% menos que los hombres en el mercado de trabajo por el mismo empleo.

En nuestro país, menos del 10% de los puestos en los consejos administrativos están ocupados por mujeres. Las mujeres representan más de la mitad de la población nacional: 51,4% (según datos de la Encuesta Intercensal 2015, elaborada por el INEGI).

Es una fuerza importante de más de 61 millones de personas a las que sin duda debemos tomar en cuenta ¡y muy en serio! Promover el acceso a educación y a formación de las mujeres y niñas es la clave para avanzar en el desarrollo de las comunidades más vulnerables, además de ser un factor decisivo para encontrar un empleo.

Los hogares donde las mujeres contribuyen económicamente muestran niveles más altos de escolaridad en sus hijos. Esta lucha que es de todas y todos no se detendrá, esto nos da una "probadita" de la cruda realidad que vivimos en nuestra sociedad, en un mundo lleno de violencia y de injusticia, en el que es necesario empoderar tanto a las mujeres (que mucho aportan a nuestro mundo) como a los jóvenes como parte de nuestro presente y futuro. Entonces, ¿Cuál es nuestra tarea? transmitir una educación en valores, responsabilidad e igualdad para romper este círculo vicioso. La educación es un derecho humano fundamental y la base para disfrutar de todos los derechos en igualdad. El día de hoy los invito a reflexionar sobre la importancia del acceso a la educación para lograr la conquista de los espacios que por siglos se les ha negado a las mujeres. "La educación es un poder para las mujeres y eso es por lo que los terroristas le tienen miedo a la educación.

Ellos no quieren que una mujer se eduque porque entonces esa mujer será más poderosa" Malala Yousafzai, a través de su heroica lucha se ha convertido en un líder de los derechos de las niñas a la educación, es un referente mundial, por valiente, por tenaz, por defender sus ideas aun a costa de su vida, por aguantar amenazas, pero también por hablar desde la esperanza y sin rencor. Malala es ejemplo de lucha, ¡admirable eres Malala!