Urge la recuperación económica
La pandemia del nuevo coronavirus (Covid-19), de manera lamentable, trastornó la vida de empresas, familias y personas en lo individual, ya que las medidas sanitarias obligadas por la contingencia de salud generaron un desastre económico que afectó la operación de todo tipo de establecimientos, instituciones y negocios, desde micro, pequeños, medianos y grandes, de tal forma que nada ni nadie se escapó de los efectos de la crisis financiera que hasta el momento se continúa padeciendo en prácticamente todo el mundo, en virtud de que los casos de la referida enfermedad se siguen reproduciendo sin control y sin que se vislumbre una reducción en el número de contagios.
No obstante, a pesar de que no se observe una disminución en la llamada "curva" de la pandemia, los gobiernos Federal, estatales y municipales de nuestro país han acordado -aunque no hay un consenso en todos los aspectos- la aplicación de una serie de medidas tendientes a reactivar la economía de varios sectores de manera gradual, pues de otra forma el sistema financiero podría colapsar, con las consecuencias que ello podría acarrear para todos los habitantes en general, de ahí que había que tomar determinaciones firmes con la finalidad de reanudar la mayoría de las actividades económicas, con la implementación de las correspondientes medidas de cuidado y protección de la salud que ello ameritaba.
Por supuesto que, como casi siempre ocurre, no toda la población en general ha estado de acuerdo en que la mayoría de los sectores reactiven sus operaciones, con el argumento de que se corre el peligro de un contagio masivo de Covid-19; empero, habría que tomar en cuenta que ese riesgo se debía asumir en aras de apoyar a un segmento importante de habitantes que tienen su fuente de ingresos económicos en esas actividades que, si bien, no son esenciales, sí son relevantes para ese grupo de personas.
Lo importante, tal como lo han venido enfatizando y recalcando las autoridades de los tres órdenes de Gobierno, es que, al reactivar el funcionamiento de sectores productivos como restaurantes, gimnasios, salones de eventos, unidades deportivas, centros recreativos, entre otros, se apliquen rigurosas medidas sanitarias mediante las que se busca proteger la integridad física de quienes acudan a esos lugares, ya que, luego de más de seis meses de haber sido cerrados, y si continuaban inactivos, se corría el riesgo de perder más fuentes de empleo en el país, tanto de carácter formal, como de índole informal.
Recordemos en este contexto, amable lector(a), que, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), desde que inició la pandemia del nuevo coronavirus en nuestro país, se perdieron un millón 113 mil 677 empleos formales al primer semestre del 2020.
Entretanto, añade el mencionado Instituto, al observar la evolución del empleo para el primer semestre, lo que resulta es que entre enero y junio de 2020 se han perdido 921 mil 583 puestos de trabajo netos, esto porque si bien de marzo a junio hubo caída en el empleo, durante los meses de enero y febrero sí hubo creación de plazas laborales.
Además, es conveniente precisar, según lo indica el periódico El Financiero, el dato del empleo formal de junio de este año quedó en línea con el pronóstico del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien durante su informe con motivo de los dos años de su triunfo electoral, aseguró que la "pérdida de empleos ya tocó fondo" y en julio hubo recuperación de plazas.
A pesar de todas estas aseveraciones, expertos advierten que, más allá de tocar fondo en términos numéricos por la pérdida de plazas laborales, lo que preocupa es la incertidumbre que hay por la propagación de Covid-19, lo que implica que no habrá una demanda de empleos como antes de la crisis por parte de las empresas y, por lo tanto, que la recuperación de fuentes de trabajo será más lenta de lo previsto.
Por ejemplo, El Financiero entrevistó al respecto a Carlos López Jones, economista en Jefe de Tendencias Económicas y Financieras, quien estimó que "todavía es pronto para saber si ya tocamos fondo. Los empresarios estaban esperando reapertura, pero con ventas al 30-60 por ciento es probable que cierren en el segundo semestre, recuperar el nivel de empleo que teníamos antes de la pandemia podría tomar lo que resta del sexenio".
Asimismo, otros expertos consultados por este y otros medios informativos coinciden en que la recuperación de los empleos perdidos a raíz de la pandemia del nuevo coronavirus no se podrá observar en el corto y mediano plazos, sino que se trata de tiempos que podrían prolongarse hasta los próximos tres o cuatro años, o incluso hasta más allá de este lapso, toda vez que la afectación a los diferentes sectores productivos ha sido de tal magnitud que sería imposible que en cuestión de uno o dos años se generara un proceso de estabilización económica en todos los rubros de nuestro país.
En este tema, respetable lector(a), es pertinente subrayar que los padres de familia nos hemos esforzado por respetar las medidas sanitarias que el Gobierno ha recomendado para prevenir un mayor número de contagios de la citada enfermedad y, al mismo tiempo, hemos contribuido para que la reactivación económica se dé conforme las condiciones sanitarias así lo permitan, por lo que hacemos votos para que la llamada "curva" de la pandemia registre una disminución gradual que nos lleve a vivir con la mayor tranquilidad en esta nueva normalidad.