¿Por qué mi perro me muerde los pies cuando camino?

Seguramente alguna vez tu perro ha intentado morderme los pies cuando vas caminando, y, aunque podría parecer algo sencillo, lo cierto es que puede tener alguna causa específica.

Si se trata de un cachorro, por un lado existe la necesidad de explorar todo con la boca y calmar el dolor que provoca el crecimiento de los dientes. Si pones atención a los objetos que muerden, podrás notar que por lo general se trata de aquellos que están en movimiento, esto se debe a que generan una respuesta instintiva de persecución.

Por ello, el movimiento de tus pies despierta sus incontrolables instintos por morder y jugar al mismo tiempo. Se puede comparar con lo que siente cuando ve botar una pelota. Si llevas pantalones anchos o zapatos con cintas probablemente será más entretenido para él.

Si esta conducta persiste aún en la edad adulta, suele estar asociada a un mal aprendizaje. De cierta forma, tu perro ha aprendido que cada vez que te muerde los pies le prestas atención, ya sea para bien o para mal, por lo que se lanza sobre ti para que te detengas y estés pendiente de él.

Que un perro demande atención, no es algo positivo, ya que podría indicar que la atención que le dedicas es insuficiente o que no recibió una educación adecuada.

Para darle solución a estos, son varios factores a los que debes poner atención; lo primero es asegurarte que realiza suficiente ejercicio diario, y que entiende los mandatos básicos.

Como ya mencionamos, tu perro asocia morder tus pies con movimiento y atención, por lo que debes seguir las siguientes pautas para cambiar ello:

Inhibe el movimiento

Mantén tus pies quietos cuando tu perro se lance sobre ellos, no importa si se trata de un cachorro o un perro adulto. De esta forma verá que no es tan divertido jugar con ellos.

Aconsejamos tratar de no llevar ropa de la que pueda tirar fácilmente ni zapatos con cintas. Así, aunque comience a tirar de tu ropa, si esta se queda estática, se aburrirá. Nunca debes tratar de quitarle de la boca lo que tenga, ya que podría hacerle entender que quieres jugar con él o le quieres quitar lo poco que tiene, provocando gruñidos y desarrollando comportamientos posesivos.

Esto es conocido como protección de recursos, lo que tampoco es positivo.

No le prestes atención

Este punto es de vital importancia. Debes evitar y redirigir el mal aprendizaje que podría tener tu perro. Es importante que evites hablarle, ya que podría tomárselo como un halago; tampoco debes gritarle. Al no prestarle la atención que busca con esta actitud, conseguirás que te vea sin interés, por lo que te soltará.

Es posible que si comienzas a ignorar busque morder más fuerte para que le hagas caso. Si es así, deberás seguir con el plan, ya que de lo contrario, podría aprender que morder más fuerte si tiene efecto sobre ti. Si tu perro ya tiene la costumbre de morder así, será importante enseñarle a inhibir la mordida.

Ofrécele otro juego

Después de que suelte el interés, ya que se cansará de insistir y no recibir resultados, debes recompensarlo con un juego alternativo con el cual pueda redirigir su conducta. Es necesario porque esto forma parte de su naturaleza.

Por ello, recuerda que no puedes pretender eliminar dicha conducta, sino proporcionarle la oportunidad que persiga, muerda y tire de objetos más adecuados como cuerdas y juguetes.