Nutrientes esenciales para tu tiroides
Los alimentos que consumes pueden transformar completamente tu salud física, tus niveles de energía y tu estado de ánimo, ya que influyen directamente a tu cerebro, a tu intestino y a tu tiroides. La glándula tiroides se encuentra ubicada en el cuello, tiene una forma de mariposa y funciona como fuente de energía de todo tu cuerpo, ya que las hormonas tiroideas que produce pueden crear energía para cada una de tus células. Sin la cantidad o tipo correcto de hormona tiroidea tu metabolismo se desequilibra por completo, volviéndose lento (hipotiroidismo) o acelerado (hipertiroidismo).
Ciertos nutrientes como el yodo, la tirosina, el selenio, el zinc, el hierro, el omega 3, la vitamina D, las vitaminas del complejo B y la vitamina A, son esenciales para el correcto funcionamiento de tu tiroides. Sin el consumo de yodo y un adecuado aporte de proteína (tirosina), no tendrás suficientes nutrientes para producir hormona tiroidea. Sin minerales como el hierro, selenio y zinc, tu cuerpo no será capaz de convertir T4 (forma de almacenaje de la hormona tiroidea) en T3 (forma activa de hormona tiroidea), ésta baja producción de T3 puede hacerte desarrollar hipotiroidismo. Sin un consumo adecuado de grasa saludable como el Omega 3, las paredes de tus células se debilitarían y sin Vitamina A, la T3 tendrá dificultades para llegar a tus células. Así mismo, tu sistema inmunológico necesita vitaminas del complejo B y vitamina D para mantener tus defensas en equilibrio.
¿Dónde encontrar estos nutrientes? El yodo se encuentra presente en algas, pescados y suplementos de calidad. La tirosina es un aminoácido formador de proteína y hormona tiroidea, presente en los alimentos de origen animal y las algas. El selenio, como lo habíamos visto anteriormente, se encuentra en carnes rojas, pescados, mariscos, ajo y espinacas. El zinc lo puedes encontrar en carnes rojas, cerdo, pollo, espinacas y algas. El hierro en alimentos de origen animal y verduras de color verde oscuro. El salmón y las nueces son las fuentes principales de grasa Omega 3. La vitamina D3, la hormona del metabolismo, se encarga de que la T3 pueda entrar a tus células y la obtenemos principalmente en la luz solar, el aceite de pescado, el salmón silvestre, las sardinas, el atún, la yema de huevo y los champiñones. La vitamina B se encuentra en carne roja, verduras de hoja verde, betabel y brócoli. Por último, la vitamina A está presente en frutas y verduras naranjas, hígado y col.
Una correcta elección de tus alimentos puede restaurar tu salud tiroidea, generando cambios en tu dieta y en tu estilo de vida, dándole a tu cuerpo lo que necesita para funcionar en niveles óptimos.