El presidente francés, Emmanuel Macron, prometió este miércoles que movilizará rápidamente ayuda de todo tipo para la recuperación de la zona del sureste de Francia afectada el fin de semana por unas graves inundaciones que dejaron cinco muertos y daños multimillonarios.
Macron se desplazó a las zonas afectadas, valles montañosos junto a la frontera con Italia, donde las fuertes crecidas por intensas tormentas arrasaron casas, carreteras y líneas ferroviarias, redes de telecomunicaciones, empresas, equipamientos públicos y hasta un cementerio.
El balance es de cinco muertos, "muy duro, según anunció el propio Macron, después de que en los últimos días se mantuviera en cuatro fallecidos, además de siete desaparecidos y otros 13 posibles desaparecidos.
El Presidente francés se reunió con afectados en diversas poblaciones, a los que agradeció su trabajo en condiciones muy penosas y en ocasiones totalmente aislados del mundo exterior, sin comida ni agua potable, y recibiendo solo un poco de ayuda por helicóptero.
"Traigo la solidaridad de toda la nación y la voluntad de movilizar los servicios del Estado", afirmó en Breil Sur Roya, una de las localidades más afectadas, donde prometió una reconstrucción "muy rápida".
Anunció que el Estado aportará 100 millones de euros en los próximos días, pero reconoció que serán necesarios "varios centenares de millones" más, que se movilizarán de distintos fondos, sobre todo para la reconstrucción de infraestructuras esenciales.