Del gobierno Federal al gobierno Central
Finalmente, la madrugada de este jueves, fue consumado por el Congreso de la Unión la eliminación de 109 fideicomisos; una suma de 68 mil 400 millones de pesos que el gobierno Federal concentrará en sus arcas.
De forma abrupta, los legisladores morenistas dieron luz verde a la extinción de los fideicomisos, sin hacer un análisis, una evaluación adecuada, para su desaparición, lo que, sin duda, va a traer el efecto contrario al que se busca.
En la actualidad, hay esquemas de medición especializados para conocer si una política pública es funcional o no; pero, pareciera que estas prácticas modernas, orientadas a la optimización de labores en los gobiernos, en este caso, no les interesó a los legisladores. La eliminación de estos fideicomisos traerá, de facto, una centralización de los recursos en el Ejecutivo. Ya que se eliminan los Comités Técnicos y las reglas de operación.
El Fonden, los fondos para defensoras de derechos humanos y periodistas, para el Deporte de Alto Rendimiento; de Inversión y Estímulos al Cine, para los extrabajadores migratorios, del Conacyt; de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral, y el Metropolitano, entre otros, son los que se incluyen en este paquete anulado.
Investigadores de la UNAM, del Instituto Politécnico Nacional, del CIDE y de los Centros Públicos de Investigación, siguen reaccionando contra esta actuación de los legisladores federales de Morena.
Los argumentos de los diputados y del propio Presidente de la República no han sido convincentes; son catalogados como equivocados; aseguran que vendrá una parálisis en el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la educación, en nuestro país.
La extinción de los fideicomisos, lejos de eliminar la opacidad, provocará una mayor discrecionalidad en el uso de recursos públicos, pues hoy sólo una persona intervendrá al definir a quién se le asignarán los recursos y bajo qué condiciones.
Recordar que estos recursos también pueden provenir de concursos, convocatorias, fundaciones, organismos internacionales y de instituciones privadas que deciden apoyar investigaciones científicas de largo aliento.
Hoy, implicará dejar de cumplir con todas esas organizaciones, suspender las investigaciones derivadas de esos apoyos y entrar en una zona de litigio, porque hay compromisos asumidos. Ese dinero no se recibe para ver en qué se gasta: se recibe para proyectos concretos.
De aprobar el Senado el dictamen, será evidente el desamparo de rubros tan importantes, como también la claridad del control y concentración de recursos, pues estos presupuestos se manejarán de manera unidireccional, como así se vienen tomando las decisiones en el gobierno de la Cuarta Transformación, hoy, gobierno Federal, convirtiéndose en el gobierno Central.
@ArlnContreras