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Bajo Palabra

Durísimo golpe al corazón de las instituciones mexicanas

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Durísimo golpe al corazón de las instituciones mexicanas

Durísimo golpe al corazón de las instituciones mexicanas

VÍCTOR HUGO CASTAÑEDA SOTO

Una de las instituciones del Estado mexicano que ha gozado, por décadas, del afecto, respeto y admiración del pueblo de México lo es justamente el Ejército Nacional, cuyos soldados son parte misma de nuestras familias y encarnan la esencia de nuestra identidad, soberanía, independencia, libertad y seguridad.

Lamentablemente una grave y desafortunada decisión política, la de meterlo a combatir el crimen organizado, en todas sus expresiones, más allá del narcotráfico, lo ha ubicado en una situación de desgaste y en no pocas ocasiones sus elementos se han visto inmiscuidos en la comisión de delitos de tortura, persecución, desapariciones forzadas, asesinatos y, al parecer, en alianzas con algunos dirigentes de los carteles de la droga que operan en nuestro país, hechos que han menguado su prestigio, credibilidad y confianza.

En lo personal he tenido la oportunidad de trabar amistad con algunos mandos militares del orden regional y nacional y en ellos siempre he observado su recia disciplina, su inquebrantable amor y lealtad a la patria, a sus instituciones, y muy en especial a la figura de su Comandante Supremo, el Presidente de la República y, por sobre todas ellas, el acendrado amor a su pueblo, origen y semillero del propio Ejército.

El caso es que, el pasado jueves 15 de octubre, el general y exsecretario de la Defensa Nacional, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, Salvador Cienfuegos Zepeda, fue arrestado en el aeropuerto de la ciudad de Los Ángeles, California, por elementos de la DEA y, se sabe, de manera extraoficial, que se le acusa de la comisión de los delitos de conspiración, narcotráfico y lavado de dinero.

Llama la atención la imputación del delito de conspiración, pues es un caso en el que, obvio, hay más de una persona involucrada y generalmente esta relacionado con la delincuencia organizada.

Es de destacarse el sigilo, hermetismo y precisión con el que actuaron las autoridades policiacas de los Estados Unidos de Norteamérica, pues a decir del propio canciller Marcelo Ebrard Casaubón, el Gobierno mexicano fue informado del arresto, por el propio embajador norteamericano, Christopher Landau, justo minutos después de la detención del general Salvador Cienfuegos Zepeda (15/10/2020, 9:04 PM), lo que presupone una absoluta desconfianza del Gobierno norteamericano hacia el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ni enterado estaba de la "Operación Padrino", que el Gobierno de E.U.A. realiza en territorio mexicano.

El arresto y posterior enjuiciamiento del general Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional, presupone un mortífero golpe a la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, misma que se agrega a las escandalosas detenciones del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, y la encarcelación de la exsecretaria de Estado, Rosario Robles Berlanga, consolidando el sexenio del priista Peña Nieto como uno de los más corruptos de la historia, aunque el actual va en ese camino a paso más veloz y con mayor voracidad.

También debe destacarse que el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica no anda tras el show mediático, ni espantando con encuestas o asustando con el petate del muerto; el Gobierno norteamericano actúa sobre investigaciones y detiene con evidencias, mientras que, en México, el Gobierno de López Obrador juega a desprestigiar personas, destruir reputaciones y amedrentar con aplicar la guillotina a sus adversarios políticos.

Debe quedar estrictamente claro que la detención del general Cienfuegos ocurrió en territorio norteamericano, y los trabajos de investigación y recopilación de evidencias corrieron a cargo de los agentes de la DEA y que nada tuvo que ver la Fiscalía General de la República de Alejandro Gertz Manero y López Obrador, pues estos siguen jugando con sus encuestas para enjuiciar, desde el conquistador Hernán Cortez, hasta el mismísimo Rey Felipe VI de España.

Es de señalarse que la detención del general Cienfuegos no es la primera de ese calibre, pues, ya en años pasados, la justicia mexicana había procesado a tres generales por ligas con el narcotráfico; el caso más emblemático es el del general Jesús Gutiérrez Rebollo, zar antidrogas, detenido en 1997 y condenado a 40 años de prisión por nexos con Amado Carrillo Fuentes, "El Señor de los Cielos".

En tanto que, en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, se detuvo a los generales Tomás Ángeles Dauahare, exsubsecretario de la Defensa, y al general Roberto Dawe González y finalmente en el año del 2002, el general Mario Arturo Acosta Chaparro fue encarcelado por los delitos de delincuencia organizada y presuntos nexos con el narcotráfico.

Por donde se vea, es un hecho muy vergonzoso que un exsecretario de la Defensa Nacional sea detenido y acusado por vínculos con el narcotráfico y es más humillante que la captura del general Cienfuegos haya sido ejecutada por autoridades de una potencia extranjera, lo que constituye un durísimo golpe al Ejército Mexicano, orgullo y símbolo de la estabilidad de nuestra nación.

También resulta altamente vergonzoso que mientras el Gobierno de Estados Unidos de Norteamérica detiene generales, presuntamente coludidos con los narcotraficantes, el presidente López Obrador estructure un poderoso operativo para incautar toneladas de queso panela, queso gruyere, crema Philadelphia y doble crema, por exceso de grasas poliinsaturadas

En lo personal seguiré creyendo en la institución del Ejército Mexicano, sabedor de que los desleales a la patria son los menos y que el grueso de nuestro Ejército Nacional merece nuestra confianza, respeto y respaldo, a condición de que pronto regresen a los cuarteles.

Escrito en: Bajo Palabra general, Gobierno, Cienfuegos, Peña

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