Un golpe más a la afición beisbolera
Desde la llegada de los Generales a Durango, en cada uno de los duelos de local, por la Sección B del Cuartel Francisco Villa era común ver y contagiarse de la alegría del Profe Ángel Quiroz, quien al escuchar el ritmo de cumbia se paraba y bailaba con gracia.
Fiel apoyador del equipo, en las buenas, en las malas y en las peores siempre tenía palabras de aliento, gritos sanos y en muchas ocasiones frases que le robaban la sonrisa a los demás aficionados.
Un ser de gran aura que le hacía honor a su nombre, y quien esta mañana fue llamado al paraíso para impartir sus clases, además de darle alegría a los demás.
El equipo de Generales de Durango y la afición entera de Durango sintió su partida, pero saben que desde el cielo seguirá apoyando al deporte duranguense y seguramente vestirá su jersey general.
El Siglo de Durango se une a la pena que embarga a la familia del Profe, así como siente con tristeza la partida de un ser alegre y con un gran don de gente.
Descansa en paz el profesor Ángel Quiroz García.