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Nota al margen

Científicos e investigadores deben socializar su trabajo

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Científicos e investigadores deben socializar su trabajo

Científicos e investigadores deben socializar su trabajo

CITLALLI ZOÉ SÁNCHEZ

Una vez que el presidente Andrés Manuel López Obrador y los legisladores federales del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) decidieron desaparecer fideicomisos que engloban diversos temas, existe una preocupación real respecto a cómo se invertirán los recursos en asuntos tan importantes para el desarrollo del país, por ejemplo, la ciencia y tecnología.

Uno de los principales argumentos para desaparecer dichos fideicomisos es el tema de la corrupción. Ha quedado más que claro que la autoproclamada "cuarta transformación" tiene pereza de revisar a profundidad caso por caso, sancionar a quien haya realizado actos irregulares, hacer los cambios que considere pertinentes para asegurar que operen correctamente los programas (en este caso los fideicomisos que tienen reglas de operación), así que es mucho más sencillo desaparecer, concentrar el recurso y disponer de este arbitrariamente, bajo el argumento de que ellos son los únicos honestos. Un discurso chocante, absurdo, pero así han maniobrado durante estos casi dos años de gobierno.

Por supuesto, es posible que en los fideicomisos que atienden el tema de la ciencia y tecnología hayan existido irregularidades y que las mafias hayan ganado terreno. Por desgracia la corrupción ha permeado en todos los sectores de la sociedad así como en el Gobierno en sus diferentes niveles. Sin embargo, la desaparición de los fideicomisos no garantiza que también se erradiquen las malas prácticas.

A pesar de la importancia que tienen la ciencia y tecnología para el desarrollo del país, se percibe poco apoyo por parte de la población en general al asunto del dinero destinado para este tema, porque para la mayoría de la gente es algo totalmente ajeno; en algunos casos, consideran que ni siquiera les beneficia, que se trata de un grupo de élite repleto de privilegios, bendecido por las becas y financiamiento público.

Este asunto debería servir como coyuntura para que los científicos e investigadores de este país se replanteen su actuar, de manera que tengan una interacción más directa con la población en general y no solo sean parte de un exclusivo gremio. Es importante demostrar que los años de estudio e investigación financiados por el Gobierno rinden frutos en el desarrollo y bienestar de la gente; es indispensable que socialicen sus conocimientos porque de nada sirven los libros publicados que terminan siendo leídos por solo unos cuantos (o guardados en el peor de los casos).

Ahora con las redes sociales, varios científicos e investigadores descubrieron sus beneficios y han despertado el interés de miles de personas compartiendo su experiencia, pero, en contraparte, hay algunos que se niegan incluso a dar una entrevista cuando les buscan los medios de comunicación.

Es el momento propicio para que los científicos e investigadores salgan a la luz pública de manera que dejen de ser un ente extraño para la gente "común". Es hora de comunicar la importancia de su trabajo.

PUNTO Y APARTE.- Las deficiencias en el sistema de salud pública del estado son del conocimiento público y ya desde hace muchas semanas atrás se nos había advertido que si no se tomaban las medidas preventivas correspondientes en la pandemia de la Covid-19, tendríamos serios problemas en la ocupación hospitalaria. Al parecer, ese momento llegó.

Por desgracia, una gran parte de la población ha sido omisa a los exhortos de la autoridad sanitaria y no tanto por una necesidad real de trabajo, sino más bien por esparcimiento. El "quédate en casa, guarda la sana distancia y usa cubrebocas" quedó en el olvido para continuar la vida sin precauciones.

La situación se ha complicado; por lo tanto, las autoridades estatales y municipales han decidido implementar diversas medidas para controlar la intensa movilidad. Se anunció que se cancelan las bodas en el Registro Civil durante dos semanas; está prohibida la realización de eventos sociales tanto en salones sociales como en los domicilios particulares; de nueva cuenta habrá restricciones para bares y antros, además de un horario limitado en la venta de bebidas alcohólicas, entre otras cosas.

Pero de nada sirven todas estás medidas si la gente sigue renuente a seguirlas. Es por el bien de todos; debemos poner de nuestra parte.

Corremos el riesgo de que la situación se torne catastrófica.

Escrito en: Nota al margen fideicomisos, investigadores, gente, ciencia

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