Fiesta Panamericana en la Sierra
El reloj marcaba las 07:00 horas y en Zacatecas los pilotos tomaban la partida a Durango.
En tanto que en la capital alacranera cientos de aficionados ya se tomaban la primera taza de café y cargaban sus vehículos para ir a Río Chico, mientras que El Siglo de Durango abastecía gasolina para la cobertura en este hermoso mirador natural de la Sierra Madre Occidental.
Algunas familias y amigos se instalaron desde temprano en el primer mirador de Río Chico, en donde se podía dominar la salida en Metates, así como el primer descenso y ascenso, a lo lejos, de los participantes.
Pocos minutos después de las 10:00 horas, el primer auto insignia pasó dando el aviso, por altavoces, que se protegiera a la niños y que nadie cruzara la cinta asfáltica.
Un minuto más tarde, el segundo insignia inspeccionó la seguridad del público, reubicando a una familia que estaba en la parte de afuera de una curva y a quienes los pasaron a la zona interna de la misma, para evitar algún accidente.
Los motores comenzaron a sonar con buen ritmo y las salidas se fueron dando para beneplácito de los aficionados, quienes estuvieron al pendiente de la competencia en la categoría Histórica C.
Los comentarios no se hicieron esperar al ver que el Camaro de Gerardo Rejón pasó primero.
Se alcanzó a escuchar: "¡ah, no manches, Lamadrid no va en primero! Se va a poner bueno en el Espinazo del Diablo, porque no se llevan tanta distancia".
Así fue: el Falcon de Lamadrid tomó la curva descendente a Río Chico y algunos aficionados le hicieron la seña de apoyo; enseguida el Mustang de Agustín Reyes se mantenía en la competencia.
EMOCIÓN
Poco a poco los competidores tomaron la primera prueba de velocidad del sexto día de competencia.
La mayoría de los aficionados en el mirador comenzaron a prender el carbón para preparar sus alimentos y esperar el regreso de carrera, en lo que sería la última etapa de velocidad.
En tanto que los menos subieron a sus coches y regresaron a la capital de Durango, con la adrenalina en el cuerpo y la emoción al máximo al presenciar los poderosos motores ser dominados por manos expertas en un tramo de carretera que puso a prueba a los participantes de la Carrera Panamericana 2020.