Editoriales

Bajo Palabra

'¡A favor, cabrones!'

Bajo palabra

'¡A favor, cabrones!'

'¡A favor, cabrones!'

VÍCTOR HUGO CASTAÑEDA SOTO

La descripción más exacta de la empatía que practican los morenistas hacia el pueblo de México y en particular hacia quienes no compartimos sus formas y estilos de gobernar y de legislar, desde el presidente Andrés Manuel López Obrador, sus senadores y diputados federales, la sintetizó de una manera sincera, precisa y exacta la senadora de la República por Baja California Sur, la Lic. Jesús Lucía Trasviña Waldenrath, quien sin pudor, sin tapujo alguno y con mucho fuero, con su demoledora frase "a favor, cabrones"(sic), exhibiendo así, en todo su esplendor, el desprecio que los actores políticos de Morenasienten hacia quienes disentimos y hacia esos 60 millones de mexicanos que no votamos por el proyecto de Morena en el 2018.

Disentir es un derecho humano natural (Jusnaturalismo), pero también es una garantía constitucional (Juspositivismo) y por supuesto en un debate parlamentario deben respetarse las mínimas formas de cortesía política, de técnica parlamentaria y del decoro personal, sin que esto signifique que nos espante el debate. Eso sí, nos espanta y alarma que, ante la falta de argumentos, utilicen como técnica parlamentaria la arrogancia de una mayoría superficial, un nacionalismo deforme, la defensa a ultranza y a ciegas de un mesías, el insulto, la denostación y la injuria a los adversarios, sabedores que en esa mayoría que los envalentona, no requieren argumentos cognitivos, bastara refugiarse en esa fuerza bruta, para lanzar, sin ningún miramiento, petardos venenosos y pirotecnia que, lejos de aportar a la unidad del país, nos divide y nos confronta.

Por supuesto que el parlamento es para debatir la cosa pública, y las pasiones en el debate parlamentario no están exentas, pero nunca debemos abandonar la esencia del ser humano, del ser personas civilizadas (ser inteligente y racional), para defender nuestras posiciones, cualesquiera que estas sean, pero si se sigue por la ruta de la degradación del debate y la preferencia del insulto personal por sobre el debate de ideas, pronto se llegará a legislar a golpes y mentadas de madres (técnica Fernández Noroña), que tampoco espanta, pero nos obligan a reflexionar sobre las consecuencias de a dónde nos puede llevar un parlamento que, lejos de preferenciar el debate de argumentos y propuestas, le apuesta a la camorra, a la gresca, a la trifulca, al pandillerismo callejero y a los "chingadazos" (tomado del capítulo "Los Hijos de la Malinche", del ensayo El Laberinto de la Soledad de, Octavio Paz)

Degradar la vida pública de México y la vida de nuestros parlamentos (Cámara de Senadores y Cámara de Diputados), lejos de auspiciar la construcción de una patria ordenada, generosa, más justa y más equitativa, nos acerca al abismo de la discordia, de una guerrita civil que nos llevará al abismo del fracaso como nación y esa será la herencia de la denominada 4T.

Pero, ¿qué quiso decir la senadora Jesús Lucía Trasviña Waldenrath, con su elocuente expresión "a favor, cabrones"?; uno, refrendar la superioridad numérica del Grupo Parlamentario de Morena, devenido en poderío irracional y arrogante; segundo, que aun y a pesar de los argumentos de la oposición, pesa más la mayoría de un grupo de "carbones", que los argumentos de una minoría numérica, pero de mayor superioridad intelectual; tercero, que poco o nada importa lo que se vote, que poco interesa si lo que se vota beneficia o perjudica a los mexicanos, lo importante era y es hacer sentir esa irracional mayoría, para que esos "cabrones" entiendan "de qué lado masca la iguana". De ese tamaño es el valor intelectual de la mayoría parlamentaria.

Duele, no el insulto, ni la expresión espetada por la senadora en contra de sus adversarios: duelen los alcances de su dicho, porque lo que se debatía era justamente preservar el derecho de los mexicanos a la salud, a través del seguro catastrófico que fondea financieramente la atención de las enfermedades crónico degenerativas y en especial el cáncer que ataca a los niños. Duele que la senadora Trasviña no entendiera que se luchaba por más recursos para enfrenar la pandemia del Covid-19, salvar los recursos para la investigación y para los investigadores; duele porque lo que se defendía eran los recursos financieros para fortalecer a los municipios en el combate a la delincuencia y garantizar el derecho a la seguridad física y patrimonial de las familias mexicanas, pero no lo entendieron. Llo importante era ganar la votación, que no el debate a ese grupo de "cabrones" que no entienden que el que manda desde Palacio Nacional no admite disidencia, ni prueba en contrario.

La desafortunada frase de la senadora Trasviña marcaría el rumbo que habría de tomar la configuración de la Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos de nuestro país para el ejercicio fiscal del 2021, donde lo que menos importa es el beneficio de la colectividad, sino la consolidación de una nueva "monarquía republicana" que tiene como origen y fin último de su existencia la de consolidar el poder en manos de una sola persona y lograr que este, al igual que don Porfirio Díaz Morí, se perpetúe en el poder

Prueba de lo anterior fue la aprobación a ultranza y sin argumento alguno de la nueva Miscelánea Fiscal, que permite el terrorismo fiscal en nuestros domicilios particulares y, sobre todo, permite el incremento de los costos financieros que deberemos pagar por el uso del internet y de todas y cada una de las plataformas digitales, que ahora utilizamos, no solo para comunicarnos, sino acceder al nuevo modelo de sistema educativo y al home office. La mayoría de Morena no fue empática y contradijo su llamado al "Quédate en casa", pues ahora resultará mucho más caro tomar clases virtuales que asistir presencialmente a las aulas.

Hoy la educación en México será más cara, más selectiva, pero no lo entendieron así los legisladores morenistas, pues su propósito no es legislar en favor de los mexicanos, sino cumplir la orden de imponer la terca y necia instrucción presidencial, quien no se da cuenta de que va por el camino equivocado y que al grito de "viva México, cabrones" pronto será un país de 90 mil muertos por Covid y ciegos.

Escrito en: Bajo Palabra debate, senadora, hacia, Trasviña

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas