Población desafía a la autoridad y no respeta medidas preventivas por la pandemia del Covid-19

A partir del pasado 10 de octubre, inició una escalada en el número de casos confirmados de personas enfermas de Covid-19; en aquella ocasión fueron 280 y así se siguieron sumando más enfermos hasta llegar a un nuevo récord ayer con 418 nuevos casos.

Pese a que los números nos reflejan que la pandemia se encuentra en ascenso y que, incluso, el sistema de salud está cercano al colapso, una buena parte de la población se ha insubordinado ante las medidas preventivas establecidas tanto por la autoridad estatal como la municipal; mientras que otra parte de la ciudadanía les exige a las mismas autoridades que ponga orden y apliquen severas sanciones para evitar mayores problemas de salud. En medio del estrés que genera la contingencia sanitaria, la sociedad cada día se polariza más.

Si bien es cierto en algunas empresas y hasta en oficinas de Gobierno se han registrado brotes de Covid-19, el problema principal para esta ola de contagios son las fiestas o convivios realizados a diestra y siniestra, sobre todo en los fines de semana sin que haya voz alguna capaz de convencer a los rebeldes de abstenerse de estas actividades que no son de primera necesidad. De nada han servido los llamados del Gobernador o del Alcalde, o del personal médico, cansado física y mentalmente de la situación, quienes piden, suplican un poco de responsabilidad, solidaridad por parte de los pobladores.

Son muchos factores los que inciden en el comportamiento de la población que no pone de su parte y desafían toda recomendación, que van incluso desde el tema de salud mental, la desinformación que abunda en las redes sociales, la ignorancia, pero también un gran resentimiento y desconfianza hacia la autoridad, lo cual es muy complicado de revertir.

Esta desconfianza y resentimiento crecen cuando se ve que la autoridad actúa de forma parcial: unos sí son obligados a respetar las medidas, pero otros operan libremente sin mayores consecuencias. Dicha situación se expone constantemente en las redes sociales. No se puede tapar el sol con un dedo. Y tal vez se piense que la ignorancia e irresponsabilidad solo se presentan en la población de menores recursos económicos o nivel educativo pero la realidad es que abarca todos los sectores de la sociedad. Por ejemplo, el fin de semana pasado se llevó a cabo una lujosa boda en un salón que, incluso, es propiedad de la familia de un secretario estatal.

Ante este complejo panorama, es importante e indispensable, entonces, que la ciudadanía que sí apoya las medidas de prevención participe en la concientización de sus familiares, amigos y vecinos. Es momento de unir esfuerzos para hacer llegar el mensaje de prevención y contención de la pandemia. La situación es cada vez más complicada, así que debemos actuar a la brevedad posible.

En el estado ya son 13 mil 266 personas las que se han enfermado de Covid-19; 832 han muerto. Por favor, quédese en casa el mayor tiempo posible; solo salga a actividades esenciales; use cubrebocas, lávese constantemente las manos y guarde la sana distancia. Sí se puede.

PUNTO Y APARTE.- En medio de la pandemia, el tema del presupuesto para Durango durante el próximo año le pone mayor tensión al panorama económico. Se sabe que gran parte de la economía local es movida por los diferentes niveles de Gobierno, de manera que si se disminuyen los recursos se avizoran serios problemas.

A ver en qué termina todo este pleito con la Alianza Federalista y el presidente Andrés Manuel López Obrador. Por lo pronto, el coordinador General de Comunicación Social de la Presidencia de la República, Jesús Ramírez Cuevas, ya les dijo mentirosos a los gobernadores.

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