Finanzas

Las reglas de oro del buen contribuyente

Las personas y empresas deben informarse sobre las conductas a seguir para evitar problemas con la autoridad hacendaria de México

Las reglas de oro del buen contribuyente

Las reglas de oro del buen contribuyente

AGENCIAS

Para ser un buen contribuyente no solo basta saber cuándo y cómo presentar la declaración de impuestos. Para estar en el "cuadro de honor" del fisco hay que cumplir en tiempo y forma con una serie de obligaciones y conductas.

La mayor fiscalización que está ejerciendo el Servicio de Administración Tributaria (SAT) obliga a evitar incurrir en faltas que lleven a que una persona sea identificada como evasora o algo peor, equivalente a ser defraudadora del fisco. El gobierno de la Cuarta Transformación declaró la guerra a la evasión y defraudación fiscal debido a la proliferación de empresas que utilizan facturas electrónicas para simular operaciones y no pagar impuestos.

De ahí que se haya puesto lupa a todos y cada uno de los contribuyentes, ya sean empresas chicas, medianas o grandes, así como a personas con actividad empresarial o profesionales que trabajan por su cuenta. Lo primero que hay que conocer es que todos los mexicanos están obligados a contribuir con el pago de impuestos para contar con los servicios públicos indispensables en una comunidad.

Deberle al fisco puede impedir que una institución bancaria le preste dinero a una persona para comprar una vivienda, un automóvil o para otorgarle una tarjeta de crédito, ya que la autoridad comparte información con el Buró de Crédito. Tener cultura fiscal es importante para no caer en faltas que pueden traducirse en el pago de multas y sanciones que manchen el historial de un individuo.

En países como Estados Unidos, el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) puede pedirle al Departamento de Estado que le niegue la solicitud de pasaporte a un ciudadano que debe impuestos o bien, revocar el documento si ya cuenta con él.

¿QUÉ ES EL SAT?

Un buen contribuyente debe saber qué es el Servicio de Administración Tributaria (SAT), para qué sirve y cómo funciona. El SAT es el órgano que se encarga de recaudar los impuestos que cobra el Gobierno federal a los ciudadanos por los ingresos obtenidos por las actividades que desempeñan, así como por el consumo de bienes y servicios.

Depende de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y tiene facultades para revisar si los pagadores de impuestos cumplen con sus obligaciones en tiempo y forma.

Si no lo hacen, hay instancias para asegurar las contribuciones por medio de la aplicación de las leyes que rigen a cada uno de los impuestos que integran el sistema tributario en México.

Cuando un contribuyente se inconforma o considera que una ley fiscal le perjudica, tiene derecho a interponer un recurso legal o amparo ante los tribunales. En los tribunales y en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el gobierno mexicano tiene a su abogado para representarlo y defender legalmente los intereses del Estado, que es la Procuraduría Fiscal de la Federación (PFF), instancia que se encarga también de la investigación de delitos fiscales.

¿QUIÉN DEFIENDE AL CONTRIBUYENTE?

Un buen contribuyente debe estar al tanto de que en México existe la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon), que brinda asesoría gratuita. Para cualquier injusticia, esta instancia que funge como ómbudsman fiscal, sirve de apoyo, representación o mediación.

Ayuda a resolver diferencias con el SAT y da orientación; frecuentemente realiza talleres y jornadas informativas.

¿QUÉ ES UN DELITO FISCAL?

Un buen contribuyente debe saber lo que es un delito fiscal. De acuerdo con el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe) y la Procuraduría Fiscal de la Federación, un delito en esta materia es cuando se actúa en contra de la ley, y tiene como consecuencia la cárcel. Los juzgados penales son encargados de instruir los procedimientos y condenar, en su caso, a los responsables. Para que exista un delito, debe haber una actuación dolosa. Los tipos de delitos están establecidos en el Código Federal Penal, y para el caso de los fiscales, está el Código Fiscal de la Federación.

OJO CON EL FRAUDE

Un buen contribuyente es el que no le miente al fisco. El que lo hace, está defraudando.

De acuerdo con el Inacipe y la PFF, la defraudación fiscal es el delito más frecuente y consiste en engañar al Servicio de Administración Tributaria (SAT) para no pagar impuestos. Aquel que defrauda omite algunos ingresos y deja de contribuir lo que le corresponde aportar a la Federación.

Un ejemplo es la empresa que utiliza la subcontratación de personal o el outsourcing para evadir sus obligaciones fiscales y de seguridad social.

DEFRAUDACIÓN FISCAL EQUIPARADA

Un buen contribuyente debe saber a qué se le denomina la defraudación fiscal equiparada. Este tipo de delito consiste en presentar en la declaración de impuestos deducciones falsas o ingresos menores a los que realmente se obtienen.

En el artículo 109 del Código Fiscal se establecen los supuestos que son considerados como equiparables a la defraudación fiscal, en los cuales algunos también hacen referencia a los relacionados con la delincuencia organizada, como actualmente se encuentran señaladas las factureras o aquellas compañías que utilizan facturas electrónicas para simular operaciones y, con ello, deducir impuestos.

EL PAGO DE LOS IMPUESTOS, UNA PRÁCTICA ANCENSTRAL 

Pagar impuestos es tan antiguo como la historia misma. Los tributos datan de la época de los faraones de Egipto, en donde se creó un sistema de recaudación a cargo de la burocracia con personal especializado, mejor conocidos como escribas. De ese modelo se derivaron las primeras leyes tributarias, al igual que en China y Mesopotamia.

En México, la historia registra a través del Códice Azteca que el rey de Azcapotzalco pedía un tributo llamado Tequiamal a cambio de algunos beneficios en las comunidades.

Los encargados de cobrar los tributos se llamaban Calpixque. Se les distinguía porque portaban un bastón en una mano y en la otra un abanico cuando iban a cobrar impuestos en especie o con servicios especiales. En la época de la Conquista, Hernán Cortés modificó el esquema por uno de pago de gravámenes con piedras y joyas, para lo cual designó un ministro que se apoyaba de un tesorero y contadores.

Se dice que el conquistador fue el que creó el Impuesto al Valor Agregado (IVA), al implementar el alcabala y después un peaje por derecho de paso. De esta forma, finalmente se estableció el sistema diezmo minero, mediante el cual los indígenas trabajaban en las minas como parte del pago de sus impuestos.

Posteriormente surgieron los aranceles en los puertos marítimos cuando se instauraron las primeras aduanas. Hacia 1830 el presidente Antonio López de Santa Anna aplicaba impuestos por cada puerta que tuvieran las casas y otro por el número de ventanas por vivienda. También por los caballos dependiendo de su calidad y hasta por los perros propiedad de un habitante. Porfirio Díaz fue quien decidió que el gobierno federal centralizara la recaudación de impuestos, y la única ocasión en la historia en que los mexicanos no pagaron fue durante la guerra.

Se identifica como precursor del Impuesto Sobre la Renta (ISR) a Matías Romero, quien fue secretario de Hacienda en varias ocasiones; sin embargo, fue el presidente Plutarco Elías Calles quien lo implementó en 1925.

El IVA se comenzó a cobrar a partir de 1976. Antes, los impuestos se pagaban en las oficinas de Hacienda con el llenado de formatos a mano, después a máquina mecánica, más tarde, los bancos comenzaron a recibir pagos en ventanilla.

Actualmente, con base en la tecnología, se puede hacer la declaración y pago de impuestos por internet.

79.7

MILLONES

de contribuyentes

están inscritos al SAT al mes de septiembre pasado.

10 mandamientos para estar a mano con el fisco

*01: No esperarás hasta el último día para hacer la declaración de impuestos.

*02: No te atendrás a que haya una prórroga para cumplir tus obligaciones fiscales.

*03: No reportarás al fisco gastos que no realizaste para poder pedir una devolución de impuestos.

*04: Siempre avisarás al SAT si cambias de domicilio o de régimen de tributación.

*05: Siempre pedirás factura en tus compras o servicios.

*06: Checarás la lista negra del SAT para verificar si tu proveedor o socio está señalado como simulador o facturero.

*07: Denunciarás alguna irregularidad de tu patrón o algún caso conocido de evasión de impuestos.

*08: No dejarás toda la responsabilidad a tu contador.

*09: No buscarás, a través de algunas artimañas, pagar menos impuestos.

*10: No exigirás al Gobierno servicios de salud, educación, alumbrado público, pavimentación, agua potable y transporte eficientes, pero sin pagar un peso de impuestos.

Escrito en: Impuestos SAT impuestos, contribuyente, buen, debe

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