¿Podremos salvar la Navidad?
Finalmente, ante el alza en contagios de la Covid-19 así como la enérgica protesta del personal de salud, se determinó que Durango regresara al llamado "Semáforo Rojo" con el cual se semi-paraliza la actividad económica con el objetivo de detener la excesiva movilidad que complica el control de la pandemia y que en estos momentos tiene al borde del colapso a los hospitales.
Durante varias semanas se advirtió que la atención a los enfermos de la Covid-19 se complicaría si se rebasaba la capacidad en las áreas de los nosocomios pero sobre todo, por el recurso humano ya que el personal médico y de enfermería está cansado física y mentalmente, además de que muchos de ellos se contagiaron por lo que tuvieron que irse al confinamiento u hospitalización. Por desgracia, varios no pudieron recuperarse y fallecieron.
Desde el principio de la pandemia se sabía que el personal médico y de enfermería era insuficiente pues solo quedaron en activo para atender a los pacientes de Covid-19 aquellos que estaban considerados "sin comorbilidades" por lo que fueron integrados a prestar servicio en esa área sin importar la especialidad. Además, se conoce de sobra el déficit histórico que tenemos en ciertas áreas de la medicina e infraestructura hospitalaria lo mismo en el IMSS que en el ISSSTE o en la Secretaría de Salud.
Desde mediados de julio pasado, en el marco de la reunión de los gobernadores de la Alianza Federalista, se habló del cansancio del personal de las áreas de salud y se anunció en rueda de prensa que buscarían los mecanismos para poder contratar más gente. Pues bien, pasaron tres meses y hasta hace algunos cuantos días se dio el anuncio de la contratación por parte de la Secretaría de Salud estatal. Ahora también, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, habla de la necesidad de mandar personal médico de otros estados. ¿Cuándo sucederá? Con los procesos burocráticos, nunca se sabe.
Y mientras el personal médico lucha por seguir adelante en la atención de los enfermos que se acumulan, la economía local de nueva cuenta sufre por las restricciones impuestas. Por desgracia, se habla del cierre de negocios con más de 20 años de antigüedad, ni qué decir de los micros o pequeños proyectos que ya sucumbieron. Otros tantos luchan por mantener a flote sus negocios así como los empleos; sin embargo, al ser considerados no esenciales, otro cierre temporal es la estocada definitiva.
Algunos especialistas indican que, con el invierno que se aproxima, la pandemia se recrudecerá, lo cual, por supuesto, es poco alentador pero debemos estar preparados.
Es muy complicado el panorama actual de Durango; sin embargo, siempre queda la esperanza de que si tanto la sociedad como los diferentes niveles de Gobierno ponen de su parte, si somos disciplinados y atendemos las medidas preventivas, si somos solidarios y responsables, tal vez, "salvaríamos la Navidad". ¿Podremos hacerlo?
PUNTO Y APARTE.- La próxima semana inicia el denominado "Buen Fin", que en esta ocasión durará 12 días. Ya se sabe que son las grandes tiendas de autoservicio las que suelen acaparar al mercado con promociones que consisten básicamente en el pago a meses sin intereses, es decir, el endeudamiento de las personas.
Dadas las condiciones actuales de la economía, resulta más que pertinente ser muy cautelosos con los gastos realizados durante estas dos semanas y consumir solo aquello que en verdad se necesita.
Para este "Buen fin", una parte del comercio local estará cerrado por el semáforo rojo, por lo que es necesario que refuercen el servicio a domicilio así como buscar todas las estrategias para hacer llegar sus promociones. Por supuesto, el llamado es a que, en la medida de sus posibilidades, apoye al comercio local y les dé preferencia en sus compras.
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