Sí bajó la movilidad el fin de semana, pero 'una golondrina no hace verano'
Más que loable se vio el esfuerzo de la sociedad y sectores productivos para frenar la movilidad durante este fin de semana; de hecho, nunca antes en estos meses se había visto tan escasa presencia social en las calles de la ciudad capital y resto del estado, en contraste con las semanas anteriores, cuando la excesiva actividad provocó un desbordamiento en las cifras de casos de Covid-19.
Por ejemplo, la noche del domingo fueron infraccionadas 27 personas por conducir en estado de ebriedad, lo cual parece mucho, pero es poco comparado con las cifras habituales; disminuyó al mínimo la intervención de las autoridades policiacas para disuadir reuniones sociales -que han sido motivo de cientos de contagios- y los comercios no esenciales fueron cerrados, a la par del sistema de transporte público.
Ahora bien, de muy poco sirve mencionar que, si este ejercicio lo hubiéramos practicado a fondo al inicio de pandemia, tal vez no habríamos llegado al semáforo rojo; sin embargo, podemos recomenzar y mantener la disciplina de seguir con una movilización al mínimo indispensable, no olvidar la obligatoriedad del uso del cubrebocas ni de mantener el distanciamiento social y continuar con los protocolos de higiene necesarios. Así podremos mitigar las funestas consecuencias de esta pandemia.
Por supuesto que para nadie fue fácil lograr este descenso en las actividades durante sábado y domingo, al no existir las condiciones económicas para pedir mayor confinamiento y menos a los diversos sectores productivos, que tenían ansias de reanudar sus operaciones, después de meses "en seco", excepto por los esenciales.
Y si bien está previsto repetir el modelo durante el próximo fin de semana, ya después no sería posible seguir paralizando la actividad comercial ni mantener del todo a la gente en su casa, porque ningún gobierno tiene capacidad de proveer a cada familia como para que no salga a trabajar. Entonces, ya no puede exigirse una extensión más de tan sacrificado esfuerzo, sino enfatizar la necesidad de cuidarnos unos a otros, en un afán de bien común.
Es verdad que pocos países han logrado inhibir la movilidad durante el llamado desconfinamiento, puesto que la ola social es difícil de contener; si acaso Nueva Zelanda, Suecia y China absorbieron los costos del primer impacto del coronavirus, pero el resto del mundo sigue intentando evitar la movilidad de la gente, sin haber conseguido mucho, al menos hasta hoy.
Después de casi nueve meses de pandemia, ya no es fácil diferenciar lo que realmente es esencial y lo que debe esperar una reapertura; la estrechez económica en que se encuentran empresas y negocios, grandes, medianos y chicos, ha provocado que para todos sea más que urgente recuperarse. En este contexto, todas las actividades económicas se volvieron esenciales, al punto en que tan vital es mantener un negocio de comida como una estética o un gimnasio para evitar más cierres y despidos masivos.
En esa necesidad de seguir trabajando, también debe estar implícita la responsabilidad de estarse cuidando en lo personal y a todos los demás. O sea, si nos movemos lo menos posible, si cumplimos los protocolos sanitarios en cada una de nuestras acciones y nos vigilamos uno a otros, desde el círculo familiar hasta el laboral, poco a poco podremos ir estabilizando nuestra vida, aunque es obvio que la llamada nueva normalidad llegó para quedarse por un buen tiempo, no sabemos cuánto.
COLMILLOS Y GARRAS
EJEMPLAR FUE LA reacción de empresarios organizados, así como de otros en lo particular, para auxiliar al personal sanitario de Durango este fin de semana en que fue suspendido el servicio de transporte desde el sábado por la tarde hasta la madrugada de ayer. Los dueños de negocios dispusieron de vehículos, incluso sus autos particulares, para trasladar de manera segura y gratuita a médicos, enfermeras, camilleros, químicos, cocineros, técnicos, empleados de intendencia, de apoyo, etcétera, que necesitaron llegar a un hospital para trabajar o llegar a su casa tras un tortuoso turno en algún centro hospitalario... OTRAS DIEZ PERSONAS perdieron la lucha contra el Covid-19 durante las últimas 24 horas en Durango, según el reporte de la Secretaría de Salud estatal. Un total de 233 nuevos casos positivos quedaron registrados ayer... EL DIPUTADO PANISTA José Antonio Ochoa descartó ayer que tengan un fin recaudatorio las sanciones por no usar cubrebocas y es lo correcto. Nadie podría pensar lo contrario en momentos de tanto apremio. Se trata de que obligadamente seamos menos proclives a un posible contagio por coronavirus o que disminuya la capacidad de contagiar, no de afectar con multas a la gente.
Twitter @rubencardenas10