Venta indiscriminada de bebidas alcohólicas, aun con 'ley seca'
A partir del semáforo rojo en la pandemia de la Covid-19, se determinó que habría "ley seca", es decir, se suspendería la venta de bebidas con contenido alcohólico, lo cual, por supuesto, implica pérdidas económicas para los negocios legalmente establecidos y que son respetuosos de las disposiciones de la autoridad.
Sin embargo, pese a esta decisión, las redes sociales se han inundado de denuncias respecto a expendios que continuaron con la venta sin mayor problema. Lo único que hicieron fue bajar la cortina del negocio pero dejando un espacio para que el cliente hiciera su pedido y entregarle la mercancía. En algunos casos la denuncia va acompañada de fotos y video, donde se puede observar que, en efecto, hay fila de compradores. En lo personal, me ha tocado ver al menos dos establecimientos cometiendo dicha infracción a plena luz del día y en avenidas transitadas.
Se supone (y se debe resaltar la suposición) que estos expendios tienen el aval de la autoridad municipal y, por lo tanto, cuentan con la debida licencia para la venta de estos productos así que son objeto de sanciones y hasta pueden perder el permiso correspondiente. Son negocios identificados plenamente, en calles concurridas, con años en operación. No se trata de "ventanas clandestinas". O por lo menos eso se deduce.
Es entendible, por supuesto, que ante las medidas que implica la semiparalización de las actividades económicas en estos momentos el cuerpo de Inspectores Municipales se encuentra rebasado, no son omnipresentes; sin embargo, queda la duda si no se puede actuar conforme a la evidencia que ya es del dominio público o si solo se quedará como una anécdota de la pandemia. Lo segundo, por supuesto, genera muchas suspicacias por parte de la sociedad y abona al resentimiento hacia las autoridades.
A esta situación se le suma la venta de bebidas alcohólicas en las redes sociales, incluso con el servicio a domicilio y, por supuesto, las famosas "ventanas clandestinas". De manera que la "ley seca" se convierte tan solo en un supuesto.
Pero la otra cara de este problema son los propios consumidores, por cierto, en su mayoría hombres, a los que tampoco les importa infringir la ley, lo que muy posiblemente nos lleva a un problema de salud mental, como lo es el alcoholismo. Para muchas personas es prácticamente imposible pasar 15 días sin tomar cerveza, vino o sus derivados; tampoco entienden la diversión y/o descanso sin estos productos.
El próximo 15 de noviembre es el Día Nacional contra el uso nocivo de bebidas alcohólicas y será un buen tema de reflexión el papel que juegan estas sustancias con contenido alcohólico dentro de la pandemia. Ya de antemano, la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) indica que el alcoholismo ocasiona más de 60 enfermedades como la cirrosis hepática, al menos siete tipos diferentes de cánceres, problemas neurológicos y del sistema inmune, además de ser un factor de riesgo para el suceso de accidentes de tránsito, caídas y ahogamientos, riñas, violencia. Es un tema que no debe tomarse a la ligera.
PUNTO Y APARTE.- Otros que no descansan a pesar del semáforo rojo son los ladrones que lo mismo se llevan automóviles y camionetas que entran a casas habitación para sustraer todo lo que puedan.
Son constantes las peticiones de ayuda por parte de los ciudadanos para encontrar sus pertenencias, suplicando a los usuarios de redes sociales que no compren la mercancía o si la ven publicada, se lo reporten.
Al parecer, mucha gente prefiere confiar en la solidaridad de los ciudadanos que en ir a poner una denuncia formal. Y es que, tristemente, es más probable que recuperen algo con la colaboración de otras personas que con la propia autoridad. Así las cosas.
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