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Con México en la mente

La diplomacia en la seguridad nacional

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HÉCTOR SÁNCHEZ GUTIÍERREZ

La diplomacia opera la estrategia de la política exterior de Mexico, ponderando los retos que enfrenta: la posición que ocupamos en el sistema internacional y nuestro peso geopolítico; los desafíos a nivel externo; y los objetivos fijados en el ámbito internacional, recordando que, en la diplomacia, la estridencia nunca es recomendable.

México y Estados Unidos compartimos 3,185 km colindantes conforme a la Comisión Internacional de Límites y Aguas; nuestra frontera une diez estados, cuatro estadounidenses y seis mexicanos en un territorio de 2 millones y medio km2 donde residen más de 14 millones de personas con diversos recursos naturales; la geografía nos mantiene incuestionablemente vinculados, aunque la historia NO nos favorece; el trasiego entre los dos países se da en ambos sentidos.

Es la frontera más transitada del mundo, con más de 20 puntos de cruce, donde fluyen más de un millón de personas diarias, un millón de dólares por minuto en bienes y servicios; en actividades comerciales, sociales, culturales y políticas, incluyendo muchas ilícitas. Esto nos obliga a tener agendas compartidas.

La relación Mexico-EUA ha transitado de ríspida en algunas etapas, al de gran entendimiento y respeto de ambas soberanías, incluyendo situaciones absurdas e inexplicables como la operación "Rápido y Furioso" donde nuestros vecinos, amigos y aliados proporcionaron armamento y municiones a los cárteles mexicanos, cuando las autoridades mexicanas empezaban a contenerlos.

Estos "errores" fortalecieron las organizaciones criminales, volviéndolas más peligrosas y arrogantes, no solo por el incremento de su arsenal y el reforzamiento de su capacidad; al saber la procedencia de las armas, se sintieran moral y políticamente apoyados para enfrentar al Gobierno mexicano.

En la actualidad, los estadounidenses, ante su bajo crecimiento económico y la pérdida de poder global, apuestan por un proyecto con amplias repercusiones para México; "la agenda proteccionista" del señor Trump, afortunadamente, no fue puesta en marcha en su totalidad por las sólidas inercias entre los dos países

Ayer como hoy, México debe prever y evitar las consecuencias negativas, adoptar las políticas apropiadas; ampliar el espectro global; precisar acciones con una perspectiva realista, particularmente en materia comercial, migratoria y de seguridad.

El desmesurado apoyo en la protección de la frontera sur de los EUA, ampliada a través del territorio nacional hasta nuestra frontera sur; las recientes exigencias en el comercio binacional; la sorpresiva decisión de expulsar al Sr. Evo Morales después de su espectacular rescate y la modificación del apoyo tradicional de intercambio de información y apoyos en especie, por una creciente intromisión de las agencias policiales de EUA en el territorio nacional: nos coloca en una situación de fragilidad ante la administración de los EUA, que incita el avance de su injerencia tanto en nuestras decisiones políticas y económicas, como su presencia física en el país.

La firmeza en la atención inteligente de los temas comunes en el territorio nacional, la obtención de resultados positivos en nuestra economía y el combate a la delincuencia deben contener las intenciones injerencistas de los EUA.

Sumando una diplomacia concurrente, "que recupere y mantenga nuestra capacidad de decidir"; rescatar la autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de las controversias; la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales "y en las nacionales también"; la igualdad jurídica de los Estados; la cooperación internacional para el desarrollo; el respeto, protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacionales.

Estos principios fueron diseñados como sustento de la estrategia que unifica los criterios de nuestra diplomacia, para la defensa de la soberanía, independencia e integridad del territorio nacional, de las potencias que pelean la hegemonía mundial.

La exacta comprensión e interpretación de estos principios de política exterior, así como su cuidado en el discurso y la acción oportuna, es una doctrina diplomática que, cuando ha sido aplicada, sobre todo ante países con un poder asimétricamente superior al nuestro, comprobaron con creces que da resultados.

Escrito en: Con México en la mente territorio, nuestra, frontera, diplomacia

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