El cáncer le enseñó a vivir

¿Qué sentiría si acaba de dar a luz a su segundo hijo y le confirman que una bolita que usted se detectó al estar amamantando a su bebe es un tumor maligno?.

Cinthya, una joven mamá, sintió que pronto moriría, que la vida se le escapaba y dejaba a su bebé y su hijo solos, sin una madre que los guiara.

Cuando le dieron la noticia hace dos años, lloró, sintió enojo, y pasó a la negación, ¿cómo una mujer que siempre se ha cuidado, con dos niños pequeños y todavía joven, pudiera tener cáncer?, se cuestionaba.

Fueron días muy fuertes y terribles para Cinthya, ¿cómo decirles a los suyos que tenía cáncer, que podría morirse pronto?, ¿cómo preparar a su hijo y a su bebe porque a lo mejor ya no verían más a su mamá?

Quizá se habían equivocado en los resultados, a lo mejor eran de otra persona y hubo una equivocación, era posible que le hicieron mal los exámenes.

Por ello, a unos cuantos días del diagnóstico Cinthya tuvo que acudir nuevamente al Seguro Social para más consultas.

AMAMANTABA Y DETECTÓ UNA BOLITA EXTRAÑA

Cinthya no podía creerlo, hacía apenas unas semanas atrás ella se había detectado una bolita cuando estaba amamantando a su bebe de casi un año.

Pensó que se trataba de algo normal, bolitas de leche por la lactancia, algo que ya le había pasado, la semana siguiente se daba masajes en el lugar para deshacer esa bolita de leche.

Pero después de una semana la bolita no desapareció con los masajes que se daba, e inició la preocupación y decidió ir a la clínica Uno del IMSS, a buscar atención médica para ver si era algo normal, por la lactancia.

Le hicieron algunos estudios, entre ellos una biopsia, que fue lo que le confirmó lo que no quería escuchar, el tumor que tenía era maligno, era cáncer.

Tras el periodo de negación, decidió hacerse otros estudios y en uno de esos días que acudió al Seguro Social, dialogó con una trabajadora social no recuerda su nombre pero le agradece mucho su apoyo porque le ayudó mucho, la tranquilizó y la alentó a seguir adelante.

"Me dijo que no tuviera miedo, que ella veía llegar a muchas mujeres como yo, que estaban pasando por un momento muy duro, y las veía llegar con miedo, y cuando comienzan a recibir su tratamiento y deciden pelear esta batalla, regresan cada vez más fuertes, hasta que las ve irse a casa, sanas, curadas.

"No tengas miedo, ten fe y confianza en los médicos, me dijo y me hizo sentir paz, mi miedo disminuyó, pero decidí enfrentar todo con actitud, con pensamiento positivo, si otras lo habían superado, por qué yo no", agregó.

 MÁS DE UN AÑO DURÓ EL TRATAMIENTO

Cinthya se tuvo que someter a varias intervenciones quirúrgicas, pasó momentos duros en lo que vio su cuerpo sufrir cambios drásticos y pasar por momentos de salud complicados.

Al jefe de Ginecología de la clínica Uno del IMSS, que en ese tiempo era Juan Carlos Estrada Ayala, el caso de Cinthya le llamó la atención por dos razones, el crecimiento del tumor y por la juventud de Cinthya.

Pero el especialista le dijo que se había detectado a tiempo gracias a la autoexploración que ella misma se había realizado y que la actitud positiva de ella ayudaría mucho a salir adelante.

Cinthya duró poco más de un año con tratamientos diversos en el área de oncología quirúrgica, recibió quimioterapia y radioterapia; una al mes.

 LA DIERON DE ALTA HACE CASI UN AÑO

En diciembre del 2019 fue dada de alta por no presentar actividad cancerígena en su cuerpo.

Hoy Cinthya destaca que existe un antes y un después en su vida, y que jamás imaginaría decir que el cáncer le enseñó a vivir.

"Era una persona que no disfrutaba de la vida y no lo sabía, me di cuenta de que vivía por vivir hasta que me dio cáncer, al estar cerca de la muerte valoré mucho la vida, y como no sabes si vas a superarlo o no lo valoras más, ahora vivo intensamente los días, valoro más a mis hijos y mi familia que nunca me dejaron sola".

Cinthiya es una sobreviviente del cáncer de mama, y ella sabe que la autoexploración es la mejor prevención contra este mal, porque ayuda a detectarlo a tiempo, antes de que el daño sea irremediable para la paciente y su familia.