La Corte Suprema de Argentina ordenó este jueves a la provincia de Formosa que permita el ingreso de residentes de ese distrito del norte del país que desde hace meses permanecen varados por el cierre de las fronteras provinciales ante la pandemia de COVID-19.
El Supremo le dio a Formosa un plazo de quince días hábiles para que ingresen a su territorio todas las personas que lo hayan solicitado, con el cumplimiento de las medidas sanitarias pertinentes.
El máximo tribunal tomó esta determinación ante un recurso de amparo colectivo presentado por residentes de Formosa a los que les ha negado por meses ingresar a la provincia por las limitaciones a la libre circulación impuestas por las autoridades de ese distrito ante la emergencia sanitaria.
Muchas de las personas afectadas son de bajos recursos y se han establecido en condiciones muy precarias a la vera de ríos o puentes en los límites de Formosa con otras provincias argentinas.
En su resolución, la Corte señaló que, aún cuando pudiesen resultar "adecuadas a la tutela de la salud pública", las medidas adoptadas por el Gobierno de Formosa "aparecen como limitaciones irrazonables a la autonomía personal frente a la demora para concretar el ingreso de quienes lo requieren".
La semana pasada, la oficina local de Amnistía Internacional envió una carta al Supremo para solicitarle al tribunal que diera una respuesta "urgente" a las cerca de 7,500 personas imposibilitadas de regresar a sus hogares en Formosa.
En una misiva dirigida al presidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz, la organización internacional expresó su preocupación por las medidas establecidas por el Ejecutivo provincial y denunció que hay personas que solicitaron hace meses formalmente permiso para regresar a sus casas y se encuentran esperando el visto bueno varadas en la ruta, sin acceso a condiciones higiénicas y sanitarias adecuadas y durmiendo en la intemperie.