Nosotros

PADRES E HIJOS

Vocación a toda prueba

PADRES E HIJOS

Vocación a toda prueba

Vocación a toda prueba

IGNACIO ESPINOZA GODOY

En estos tiempos en que podemos disponer de más ratos de esparcimiento debido a que debemos permanecer en confinamiento necesario, dentro del hogar, para evitar un contagio de Covid-19, vale la pena disfrutar una película en compañía de la familia, tal como recientemente lo hizo quien esto escribe, de ahí la recomendación para buscar el filme "Beyond the blackboard", que en español se traduce como "Más allá del pizarrón" y que se puede encontrar en plataformas digitales como "Más allá de la pizarra", en virtud de que está doblada por españoles pero que, sin duda, es una película que en más de una ocasión le provocará que derrame más de una lágrima.

La razón por la que tuve la oportunidad de ver dicha película fue por motivos educativos, es decir, se trataba de ayudarle a mi hija que estudia Licenciatura en Educación Preescolar a interpretar el contenido del filme, analizando el entorno, los personajes y la manera en que se generan los sucesos por los que atraviesan los diversos personajes y la forma en que sus decisiones afectan su futuro a partir de lo que les tocó sufrir por las carencias materiales y de otros aspectos.

La historia transcurre en el contexto de lo que debe enfrentar una maestra recién egresada de su carrera profesional, ya que se le ofrece la oportunidad de trabajar en un proyecto piloto de una escuela que ni nombre tenía y que además debe atender a alumnos de todos los grados de primaria, pues se trata de niños y niñas que viven en los vehículos de sus padres en un barrio de familias de muy escasos recursos económicos que sólo disponen de un refugio en el que se habilitó un espacio como salón de clases que luce en condiciones deprimentes, inapropiado para funcionar como aula educativa.

Sin embargo, la joven maestra Stacy (nombre de la protagonista), a pesar de estar casada y con dos hijos (una niña de unos siete años y un niño de alrededor de los seis años), está dispuesta a afrontar el reto de sacar adelante la escuela que le confiaron y en la que las condiciones físicas es el menor de los inconvenientes, ya que los alumnos y alumnos acababan de ser abandonados a su suerte por otro maestro que desertó al no soportar las circunstancias en las que debía trabajar, con todo tipo de carencias, desde materiales, hasta de personal.

A pesar de encontrarse con toda clase de limitaciones que podrían desalentar su objetivo de desempeñarse como maestra de esa escuela atípica, Stacy decide demostrarse a sí misma que puede sacar adelante ese proyecto y que puede motivar a niños y niñas para que aprendan y superen sus condiciones personales y familiares con las herramientas que les puede proveer un mejor nivel educativo, de tal forma que se da a la tarea de transformar el entorno físico del espacio que ocupa el aula, para lo que invierte sus propios recursos económicos y así despertar el interés para que sus educandos acudan con gusto a su salón de clases todos los días.

Una vez que la maestra del refugio comienza esas labores, se encuentra con la cooperación espontánea de un señor que vive en ese lugar y que es el abuelo de una de sus alumnas, actitud que se contagia entre otros padres que deciden apoyarla en esos trabajos que cambian la imagen del salón de clases por un sitio más agradable y acogedor, un cambio con el que niños y niñas se sorprenden una vez que ingresan a su aula.

No obstante que las circunstancias empeoran con la deserción de varios estudiantes y la incorporación de otros, la profesora no se da por vencida y decide continuar con su proyecto educativo, pues fue contratada sólo por un ciclo escolar, así que se autoimpone el reto de terminar ese objetivo, así que hace las gestiones necesarias para que autoridades educativas volteen a ver las condiciones en que desempeña su trabajo, hasta que consigue que un directivo se sensibilice y le dote de mobiliario y equipo diverso, con lo que el aula de clases cambia radicalmente una vez que todos los artículos son acomodados en el lugar adecuado.

Con todo y que la maestra Stacy se entera de que está embarazada, decide continuar con su proyecto, para lo que recibe el apoyo de su esposo, quien se convierte en el entrenador deportivo de niños y niñas del refugio, con quienes se involucra al grado de conocer su problemática personal y familiar, actitud que reconocen y agradecen sus progenitores, los cuales son citados por la docente para que también se sumen en el respaldo educativo de sus vástagos.

Para no hacer larga la trama de la película, lo interesante que la profesora cumple con creces su papel de educadora, de transmisora de conocimientos, de ahí el título "Más allá del pizarrón", pues su labor se amplía hasta el hecho de apoyar a sus estudiantes fuera del salón de clases.

Por último, amable lector(a), la recomendación de que vea esta película es más que justificada si se desea tener una opción diferente de lo que tradicionalmente se transmite por la televisión abierta y por las distintas plataformas de paga. Estoy seguro de que el filme no le defraudará y que le mantendrá atento(a) conforme transcurre la trama, que le atrapará y al final le agradará cómo concluye.

Escrito en: Padres e hijos maestra, condiciones, película, salón

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Nosotros

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas