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Orquídeas a la luz de los siglos

La violencia existe. Punto

ORQUÍDEAS A LA LUZ DE LOS SIGLOS

La violencia existe. Punto

La violencia existe. Punto

DANIELO HERNÁNDEZ

El 17 de diciembre de 1999, la Organización de las Naciones Unidas propuso el 25 de noviembre como una fecha para que la sociedad completa no olvidara la violencia que a diario se ejercía contra las mujeres.

Tuvo que ser ese dia, porque luego de casi cuarenta años aún estaba fresco el recuerdo del artero asesinato en la República Dominicana de María Teresa, Patria y Minerva Mirabal conocidas como "Las Mariposas" quienes sostenían un movimiento de resistencia contra el régimen tirano y dictatorial del Rafael Leónidas Trujillo Molina, Presidente de aquel país.

El 25 de noviembre de 1961, las hermanas Mirabal fueron encontradas sin vida, asesinadas a golpes e intentado simular un accidente automovilístico por un escuadrón enviado por el dictador Trujillo.

La defensa de lo correcto emprendida por "Las Mariposas" y su brutal crimen -incluso llevados a la pantalla grande por Hollywood en la película "In the time of the butterflies"- fueron uno de los detonantes de la caída de la dictadura de Trujillo y las convirtió en símbolo de la lucha contra la violencia de género en todo el mundo.

Sin embargo, veintiún años después de la instauración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y no obstante que existen grandes avances en el reconocimiento y la visibilización de las violencias contra ellas ejercidas y que los estados modernos han incluido en épocas recientes en su legislación instrumentos jurídicos para erradicarlas; sigue siendo necesario que cada 25 de noviembre desde distintos frentes se haga un llamado urgente a que la erradicación de cualquier tipo de violencia, supere la elocuencia de los documentos y se materialice en cada casa y cada calle donde las mujeres sufran de abuso.

No basta solo con los discursos empáticos de funcionarios de todos los niveles, sino que es necesario pisar el acelerador para que ante el inminente comienzo de la tercera década del siglo XXI, las políticas públicas puedan consolidar su utilidad ante la violencia de género, asi el activismo que vemos hoy, no solo servirá para contar mujeres violentadas o muertas, sino por el contrario, será un instrumento para visibilizar sus triunfos y conquistas.

Hace unos días precisamente con este motivo, fui invitado a un foro de discusión para exponer mi postura respecto de la invisibilizacion y la normalización del trato violento contra mujeres y niñas. Por supuesto que soy un férreo defensor de las causas que aboguen por el respeto de los derechos humanos y en especial los que atañen a las mujeres, por lo que está de sobra comentar lo que ahí expuse. El foro -organizado por una mujer- se transmitió por plataformas digitales con el fin de que cualquier persona con un celular o computadora pudiera acceder a él, informarse y opinar.

La charla transcurría con normalidad, sin embargo, grande fue la sorpresa de todos cuando precisamente una de las mujeres que exponían los tipos de violencia que se pueden ejercer, del otro lado de la pantalla unos tipos no identificados aprovecharon sus cámaras para masturbarse y proferir una serie de comentarios misóginos y ofensivos contra lo que se estaba exponiendo.

Obviamente se hicieron las denuncias correspondientes y el hecho fue comentado en múltiples medios nacionales quienes reprobaron el acto vil y ruin que se había cometido aprovechando el anonimato de las redes sociales. Aunque la mayoría de las personas se solidarizó con la compañera a la que se dirigió el ataque, no faltaron los comentarios de hombres -y mujeres- que minimizaron el acto de los perpretadores y acusaron a la ponente de provocadora.

¿Qué esperamos, ver mujeres llenas de moretones o muertas para entonces si decir que están siendo violentadas?

La violencia contra las mujeres es todo acto directo e indirecto basado en el género o en una relación desigual de poder que afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica, patrimonial o su seguridad personal. Los actos incluyen las amenazas, el uso de medios digitales para denostar, exhibir o humillar, la coerción y la prohibición arbitraria de la libertad sin importar que ocurra en la vida pública o en la vida privada

La violencia contra las mujeres existe, punto.

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