Piden expertos reforzar dimensión política de la OTAN

La OTAN necesita reforzar la cohesión entre sus miembros y su papel político, además de prestar más atención al auge de China para seguir siendo relevante en los próximos diez años, según un informe encargado por el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, a un grupo de expertos.

Después de que el año pasado el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmara que la Alianza se encontraba en un estado de "muerte cerebral", Stoltenberg puso en marcha un proceso de reflexión sobre el futuro de la organización.

Como parte de esa iniciativa, encargó un informe sobre los desafíos y necesidades de la OTAN en la próxima década, hasta 2030, a un grupo de expertos liderado por el exministro alemán de Defensa Thomas de Maizière y el exsecretario de Estado adjunto para Europa, el estadounidense Aaron Wess Mitchell.

A partir de ese documento, publicado este martes, y de consultas con diferentes sectores, el secretario general aliado planteara una serie de propuestas sobre el futuro de la organización a los jefes de Estado y Gobierno de la OTAN en la cumbre que celebrarán en Bruselas el año próximo.

Ante la multiplicación de los riesgos y amenazas para la OTAN, incluidos China, Rusia, el terrorismo, los cambios tecnológicos y la inestabilidad al sur de la Alianza, el informe insta a aumentar las consultas políticas que se han mantenido en los últimos años.

Así, propone que los aliados reafirmen el papel del Consejo del Atlántico Norte, el máximo órgano de toma de decisiones de la OTAN, como "un foro genuino para las consultas sobre cuestiones estratégicas y políticas de gran importancia".

En ese sentido, llama a aumentar la cantidad de reuniones de ministros de Defensa y Exteriores de la OTAN y "si es adecuado, expandir su formato".

Igualmente, plantea llevar a cabo más reuniones informales y consultas regulares sobre Oriente Medio, África, Asia oriental o las ciberamenazas.

El informe también apuesta por reforzar la cohesión entre los aliados, tras un periodo marcado por los enfrentamientos de Francia o Grecia con Turquía, pero también por las acciones unilaterales y aislacionistas de Estados Unidos durante la presidencia de Donald Trump.

"Lograr una convergencia de prioridades políticas y estratégicas es posible, necesario y totalmente acorde con las tradiciones de la Alianza", constata el documento.

Subraya que mantener la cohesión y unidad políticas debe ser prioritario para todos los aliados, que deben "reafirmar su compromiso con la OTAN como la principal institución para la defensa del área euroatlántica" y cumplir con el reparto de la carga pactado, incluido el gasto militar.

El texto plantea establecer un "Centro de Excelencia para la Resiliencia Democrática" que ayude a los países de la OTAN, si lo solicitan, a hacer frente a interferencias de actores "externos hostiles" en el funcionamiento de las instituciones y procesos democráticos.

Si surgen disputas entre aliados, como la que ahora viven Turquía y Grecia, se propone que otros países miembros actúen como mediadores.

Los expertos plantean, del mismo modo, "dedicar mucho más tiempo, recursos políticos y acción a los desafíos de seguridad planteados por China".

De hecho, consideran necesario desarrollar una estrategia política para tratar un mundo en el que China tendrá "una importancia creciente hasta 2030" y sugieren establecer un órgano consultivo para tratar cuestiones de seguridad cara a cara con Pekín.

En cuanto a Rusia, optan por mantener la estrategia de dos vías basada en la disuasión y el diálogo, y piden responder a las amenazas y acciones hostiles de Moscú con unidad, determinación y coherencia.

Además, solicitan una respuesta "más exhaustiva" ante las agresiones híbridas rusas.

En el ámbito de las nuevas tecnologías, llaman a que la OTAN sea una institución coordinadora "crucial" para compartir información sobre todas las innovaciones que tengan repercusiones sobre la seguridad.

Proponen que la lucha contra el terrorismo se convierta en una de las tareas centrales de la Alianza y desarrollar una política "consistente, clara y coherente" con respecto a los países vecinos del sur.

Plantean reafirmar el apoyo de la organización al control de armas, fortalecer la cooperación entre la OTAN y la Unión Europea, así como reforzar otras asociaciones con países en el resto del mundo.

También instan a garantizar que las decisiones en la Alianza se pueden tomar e implementar con rapidez.