Todo sobre las dietas proteicas

Dieta Atkins, Dieta Dukan, Wöet... las dietas proteicas para perder peso son seguramente las más famosas y efectivas, ya que las proteínas son uno de los nutrientes que más saciedad produce. Pero, si no se hacen con el control de un dietista-nutricionista, puede que te hagan perder peso al principio pero después te encuentres con el mismo o más que cuando empezaste, y con desagradables efectos que no esperabas: desde mareos y falta de energía a problemas más graves de salud. Por ello es necesario entender al menos los puntos básicos que la forman.

Las dietas proteicas se basan en aumentar el porcentaje de proteínas que consumimos en la dieta respecto a la pauta habitual y no solo eso, sino que disminuyen grasas e hidratos de carbono. ¿Una ventaja? las dietas proteicas disminuyen de manera importante el hambre debido a la situación de cetosis que se crea. Por este motivo, la gente tiende a comer menos que antes y por eso hay una bajada de peso, pero también porque se dejan de consumir otro tipo de productos (azúcares, procesados, etc.).

Dukan, Atkins, con barritas, sin barritas, con batidos, platos o productos preparados... ¿Cuál es mejor? Dependerá de la comodidad de la persona pero hay que tener en cuenta que si se opta por productos preparados hay que mirar la composición, ya que, aunque son altos en proteínas, en su composición también encontramos una buena cantidad de azúcares simples. De todos modos hay que tener en cuenta que ningún producto puede sustituir la calidad de un alimento natural en sí.

¿Qué se puede comer en las dietas proteicas? Carne, huevo, pescado, marisco, legumbres, lácteos y quesos.

 EFECTOS SECUNDARIOS

Si no se hacen con el debido control profesional, este tipo de dietas puede tener efectos secundarios desagradables e incluso peligrosos. Y es que una ingesta tan alta de proteínas puede sobrecargar al función hepática y renal. Además, el hecho de aumentar tanto un nutriente nos hace disminuir demasiado otros: en este tipo de dietas suele haber déficit de frutas y verduras y, por lo tanto, podríamos tener deficiencia en algunas vitaminas y minerales.

 ¿Y EL EFECTO REBOTE?

Con las dietas proteicas, sobre todo si no se hacen con la supervisión de un profesional, suele ser típico adelgazar mucho al principio y, al dejarlas, no sólo recuperar el peso anterior sino ganar aún más. ¿Por qué ocurre esto? Porque al disminuir los hidratos de carbono también perdemos agua, que se encuentra almacenada en los músculos. Al reincorporarlos de manera brusca, volvemos a recuperar esa agua y eso hace aumentar bruscamente el peso. Pero no solo se trata de eso, normalmente, al dejar la dieta volvemos a las pautas antiguas que no eran saludables, al mismo patrón alimentario desequilibrado que nos lleva a recuperar el peso antiguo.

 PARA QUIÉN SÍ Y PARA QUIÉN NO

Solo las recomiendan en ocasiones puntuales en las que hay una resistencia del organismo a perder peso. De todos modos, no es una estrategia a utilizar de primeras, serían más interesantes las dietas cetogénicas (que no es tan alta en proteínas y además tiene un gran aporte de grasas saludables).

¿Podemos hacer una dieta proteica por nuestra cuenta? Se puede hacer, pero puede que no sea la mejor opción en un caso concreto, lo ideal es preguntar a un dietista-nutricionista para que oriente sobre cuál podría ser la mejor pauta a seguir dependiendo de tus hábitos.