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¿Solo... Sanborns?

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¿Solo... Sanborns?

¿Solo... Sanborns?

JORGE PÉREZ ARELLANO

Resultó preocupante para las cámaras empresariales -y otros sectores- el cierre definitivo en Durango de una franquicia nacional como la de Sanborns, propiedad de Grupo Carso (de Carlos Slim), debido a lo que puede desencadenar económicamente para la capital del estado.

Es cierto que el restaurante ya había cerrado meses atrás debido a la poca rentabilidad, pero el resto de la tienda departamental representaba una opción atractiva para comprar ciertos productos que difícilmente se consiguen en otra parte, sobre todo en el área de librería y dulcería.

Y es que si un grupo tan fuerte a nivel nacional, con más de 190 sucursales en todo el país, tomó dicha determinación en Durango, esto nos indica que seguramente otras empresas también han analizado esa opción debido a las complicaciones económicas por la pandemia.

Hace unos meses, también fuimos testigos de cómo un par de cines también cerraron sus puertas y cómo varios restaurantes y bares han amenazado con llevar su inversión a otros estados debido a la falta de apoyo y restricciones prolongadas. Algunos ya desaparecieron.

En redes sociales he leído que no todos van a extrañar a esos establecimientos que se han ido debido a que no se caracterizaban por buena atención o productos de calidad. Y eso puede ser debatible, mas no así los empleos perdidos y las afectaciones económicas.

Es cierto que ahora es más sencillo comprar en línea, pero lo que pocos alcanzan a ver es que cada empresa que decide dejar Durango también provoca un hueco financiero en la entidad que nadie llenará, porque ya no pagan impuestos, ya no pagan salarios, ya no se necesita de proveedores locales y, así, una larga cadena de perjuicios a decenas de familias que estaban involucradas directa e indirectamente.

Tal vez los más jóvenes no dimensionen a un Durango sin centros comerciales, sin tiendas de autoservicio, sin plazas comerciales o franquicias nacionales. A nosotros sí nos tocó ver cómo se tardaron décadas en llegar a establecerse empresas que solo conocíamos en comerciales de televisión y que solo cuando viajábamos a otros estados podíamos "probar".

Nos tocó ser testigos de cómo fueron desapareciendo las "tienditas" de la esquina, la llegada de varias opciones de cadenas de autoservicio, la construcción de la primera gran "plaza comercial", la llegada de un par de cines a los que no teníamos que esperar meses para poder ver los estrenos, la consolidación de las cadenas de comida rápida, entre otras muchas otras cosas más.

Incluso muchos llegamos a trabajar -aunque sea de medio tiempo- en estas cadenas en sus inicios, que fueron desplazando a otros locales tradicionales que ante la competencia perdieron la batalla. Ahora la competencia no es entre ellos, sino contra una economía realmente golpeada que podría no ver la luz al final del túnel todavía.

Ojalá no tengamos que regresar a esos tiempos donde "no había nada" en Durango, donde las opciones comerciales y económicas eran limitadas y donde había una macrodependencia del aparato gubernamental. A nadie le conviene que desaparezcan o se vayan empresas de Durango... ¿o usted qué opina?

Twitter: @jperezarellano

Escrito en: Sin Restricciones debido, otras, cadenas, comerciales

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