Kiosko

LETRAS DURANGUEÑAS

Dante Alighieri 700 años después

Letras durangueñas

Dante Alighieri 700 años después

Dante Alighieri 700 años después

ÓSCAR JIMÉNEZ LUNA

Hace un siglo, por estas fechas, el escritor franco-argentino Paul Groussac -tan admirado por Borges- se ocupaba en un artículo sobre de los preparativos que se llevaban a cabo entonces, principalmente en Europa y América, respecto de la conmemoración de los seis centenarios del fallecimiento de Dante Alighieri. Este 2021 se multiplicarán, en consecuencia, estas motivaciones históricas y culturales desde los más diversos ángulos de revisión: el rescate documental -por ejemplo la pintura hallada recientemente en una pared grabada en el convento de la Anunciación del rostro del célebre poeta florentino-, los profundos estudios académicos, las no pocas traducciones y ediciones de la Divina Comedia que se han publicado en los últimos años -debidas a Ángel Crespo, Luis Martínez de Merlo, Ángel Chiclana, Abilio Echeverría y, entre otras, la novísima de José María Micó-; la fidelidad de los lectores se detendrá, sin duda, asimismo en el despliegue de variaciones a que ha dado lugar el tema: novelas, recreaciones cinematográficas...y hasta video juegos como el Dantes Inferno, que quedará a la opinión de los interesados si se apega o no a la obra original, según pretende la publicidad comercial.

Groussac subrayaba la no tan accesible lectura del clásico dantesco, comparándola con las obras de Cervantes y Shakespeare. Me parece que el apunte sigue vigente: la Divina Comedia, para su mejor aprovechamiento, sí requiere una base de información previa centrada fundamentalmente en la Eneida y en la Biblia, y a través de Virgilio saber algo del viaje del Ulises homérico a la región del hades. ¿Será importante tener a la mano una síntesis de la vida de Dante, dado que en su magistral composición aparecen algunos personajes que fueron cercanos al autor? Seguramente, si se toma en cuenta la sugerencia del filólogo Raimundo Lida: los contextos de un libro, de una historia, nos permiten apreciar más el contenido central de la obra, siempre y cuando -se puede añadir- no desplace la abundancia de referencias al sentido placentero y asombroso de ir siguiendo las acciones y los diálogos tristes, esperanzados y llenos de armonía como si tratáramos con un relato oído por primera vez.

Ése fue mi objetivo cuando, en 1997, leímos completa la Divina Comedia en la Casa de la Cultura de nuestra ciudad. Eran sesiones semanales, y el grupo no pasaba de veinte personas. Escogí la conocida versión en prosa de Cayetano Rosell, precisamente porque la mayoría de los asistentes no estaban familiarizados con el célebre poema, lo que nos permitió adentrarnos sobre todo -como queda dicho- en el recorrido por el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso. Me ayudé durante el deslumbrante viaje literario con textos precisamente de Borges, junto a los de una edición muy bien anotada y con las amplias introducciones firmadas por Mariano Roca de Tagores, marqués de Molins (Sopena, 1978). Guardo con mucho agrado esta edición en pastas verdes (ilustrada por supuesto por Gustavo Doré), como una de mis favoritas, si bien ahora prefiero el verso de las versiones más modernas. Aquí recuerdo con un sentimiento de nostalgia y cariño a los fallecidos Tere de la Vara, Abel Gamboa Montenegro y Norma Zermeño, personas que leyeron a nuestro lado, a lo largo de un año, la obra inmortal...y cuyas compañías ya se encuentran, no en la siempre maravillosa imaginación y escritura de Dante, sino en el verdadero Paraíso, en el que ellos creían devotamente.

Mucha agua ha pasado por debajo del puente desde aquellos días, como se dice. Las carpetas con fotocopias de notas de apoyo, han sido sustituidas por la recomendación de conferencias audiovisuales y análisis en PDF sobre el libro que nos ocupa. En la galaxia del internet hay tanto que apreciar (las voces de Vittorio Gassman y de Roberto Benigni recitando los versos de la Divina Comedia), la apertura de museos y exposiciones temáticas, la recuperación digital de las ponencias de don Ernesto de la Peña el en Festival Internacional Cervantino de Guanajuato -el mexicano que mejor conocía a Dante- con iguales propósitos, e incluso las entrevistas con ¡descendientes del mismísimo poeta florentino! Sin embargo, valga la reiteración, nada como ir escuchando, renglón por renglón, las palabras de un autor que se consideraba digno de figurar a la altura de los mayores profetas de la antigüedad, como si fuera -ni más ni menos- un diligente escriba de lo divino. Un guía moral de la humanidad.

Habrá, pues, mucho que hablar de Dante este año. Nos llevará tiempo reseñar la "Novela de su vida" de Marco Santagata -la biografía que le ha llenado el ojo al exigente profesor Francisco Rico-, el "Libro de las canciones y otros poemas", publicado bajo la coordinación del erudito español Juan Varela Portas de Orduña, las excelentes ediciones del "Convivio", la "Vida nueva" y "De vulgari eloquentia", con el prestigio de la Editorial Cátedra, para volver a las lecturas iluminadoras y sugerentes de tiempo atrás: Osip Mandelstam, T.S. Eliot, Erich Auerbach, o los apuntes sueltos de George Steiner, sin olvidar, evidentemente, las aportaciones de René Guénon acerca del esoterismo de Dante.

Cierro este artículo con una de las más bellas expresiones que le dedicó el mencionado e inolvidable don Ernesto de la Peña a la Divina Comedia, concretamente a la forma floral del nivel más sublime de su cielo poético: "Suma de la dignidad humana, manifiesta en la victoria ética de la santidad, resumen de las oscilaciones emocionales y las dudas que se alojan en la conciencia cristiana, canto de la celebración que el hombre puede alcanzar, la rosa expande con firmeza su aroma por el Paraíso porque es el sitio del acto puro, la sede de Dios, uno y trino que, al recibirla, abre los brazos de su amor para acogernos en la gloria, transustanciados. Y allí la rosa, depurada y trascendente, ostenta aún las espinas dolorosas que engrandecieron su grandeza y se recrea en la altura vertiginosa de su triunfo". Por hoy ¿qué más podemos decir?

Escrito en: LETRAS DURANGUEÑAS Divina, Dante, tiempo, precisamente

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Kiosko

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas