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El menos común de los sentidos

¿Vacunando la economía?

El menos común de los sentidos

EDUARDO RODRÍGUEZ

Hace nueve meses que estamos librando una doble crisis: sanitaria y económica. La primera se debió atender de manera urgente, el confinamiento fue una medida obligatoria y aun así hasta la fecha no se ha logrado "domar la curva", sin embargo, se ve luz en el camino ahora que ya inició el Programa Nacional de Vacunación. La segunda, depende directamente de la primera y del semáforo epidemiológico de cada entidad.

El problema con el confinamiento es que tiende a aumentar los costos económicos y, por lo tanto, agrava la segunda crisis. Como resultado de la pandemia y de las acciones para combatirla experimentamos una contracción global, aunque también es cierto que en algunas latitudes del orbe se llegó a recrudecer hasta la recesión; en México resentimos más esta pausa económica debido a que somos una economía muy abierta y nuestro sector manufacturero está estrechamente vinculado con el de otros países a través de las cadenas de valor.

Otro factor que sacudió la economía mexicana fue la afectación que experimentaron los flujos de turismo nacional e internacional. En suma, estamos hablando de una caída del 9 por ciento en la producción nacional tan solo en 2020.

Es innegable que, a pesar de que ya se reestablecieron 10 de los 12 millones de empleos que se perdieron el año pasado a nivel nacional, la recuperación de los espacios laborales formales e informales debe ser la prioridad en la agenda. Según el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en su informe sobre las tendencias de la pobreza laboral, el porcentaje de la población en pobreza laboral llegó a 44.5 por ciento, el nivel más elevado de los últimos 15 años. He aquí la gravedad del asunto.

En este sentido, valdría la pena evaluar si realmente podremos crecer al 4.6 por ciento como lo considera la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), quienes confían en que el proceso de vacunación se acelere, aún y cuando diversas entidades de la República enfrentan un confinamiento en estos momentos debido al semáforo rojo.

El restablecimiento de los niveles de la economía mexicana antes de la pandemia dependerá de la recuperación de empleos y, estos a su vez, obedecerán al incremento en el índice de vacunación, no hay de otra.

La Secretaría de Salud estima que en abril se alcance la aplicación de 10 millones de vacunas por mes. Al día de hoy, más de una semana de haber iniciado, se han aplicado menos de 250,000 dosis en todo el territorio nacional, es decir, los resultados van a ser mucho más modestos que los proyectados.

Las dificultades logísticas y la resistencia de una parte de la población a vacunarse, probablemente van a conducir a que la inmunización avance de manera más pausada. Para la economía esto significa un retraso en la normalización de actividades

Debemos asumir la responsabilidad que nos toca como ciudadanía, la campaña de vacunación no garantiza que los problemas económicos se resuelvan por arte de magia; la participación de todos es fundamental en esta etapa porque las empresas duranguenses no soportarán un cierre generalizado más.

Aún y con toda la estrategia y el plan -ahora sí, según ellos- bien estructurado para vacunar a toda la población, sigue en el ambiente esa sensación de que el gobierno pudo haber hecho más para salvar empleos, rescatar empresas y apoyar a quienes se vieron más afectados por la pandemia. Es cierto, la crisis sanitaria aún no termina, pero se vislumbra ya la luz al final del camino; no obstante, en el aspecto económico sigue ese mal sabor de boca por la falta de solidaridad y empatía que demostraron las autoridades. Ya veremos a quien le cobran factura.

Twitter: @eduardguezh

Escrito en: El menos común de los sentidos economía, confinamiento, nacional, llegó

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