Así funciona el Servicio Secreto que cuida al presidente de EUA 

Sin importar el lugar en donde se encuentre, el Servicio Secreto debe proteger al presidente de los Estados Unidos. 

Estos agentes, son las personas más cercanas al presidente después de la Primera Dama. 

Se trata de un gran grupo que siempre esto lista para cuidar al máximo mandatario estadounidense y su familia … hasta en el baño. 

El Servicio Secreto, fue originalmente una idea de Abraham Lincoln en 1865. El entonces presidente quería crear un cuerpo de seguridad que sirviera a toda la nación, e incluso firmó un decreto para la formación de la agencia gubernamental. 

Pero en 1901, el Consejo amplió sus funciones para incluir la protección de todos los presidentes. 

Además, investigan delitos contra la economía, incluidos los ataques cibernéticos y la falsificación de la moneda dentro o fuera del país. 

Está integrado por seis mil 500 empleados que se desempeñan como agentes especiales, oficiales, personal de apoyo, equipo de refuerzo en todos los estados y el extranjero. 

El nombre de Servicio Secreto, surgió con el propósito de luchar contra los falsificadores y posibles amenazas nacionales, por lo que siempre trabajan encubiertos, según describe Share América. 

Los agentes, tienen un entrenamiento constante para mantener una buena condición física; así como también deben aprobar cursos de habilidades de desarrollo para asegurarse de mantener sus niveles de aptitud e inteligencia. 

Una de sus obligaciones que más llaman la atención, es que siempre deben portar sangre del presidente, esto por su es necesario hacer una transfusión, además de estar capacitados para dar primeros auxilios. 

También, vigilan la alimentación del presidente de EUA para evitar que lo envenenen, por lo que no es posible que el mandatario coma en un restaurante o en otros hogares. Los responsables de preparar sus alimentos son comisarios de la Marina. 

El Servicio Secreto, también debe estar abierto a aprender nuevas aficiones; por ejemplo Donald Trump jugaban golf y con Bill Clinton tuvieron que aprender a cabalgar y a salir a correr todas las mañanas. 

Cabe señalar que, los agentes no juran dar la vida por el bienestar del presidente, sino deben evitar cualquier incidente por mínimo que sea.