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Los avances científicos del 2021 según Bill Gates

Sobre el COVID-19

Los avances científicos del 2021 según Bill Gates

Los avances científicos del 2021 según Bill Gates

EL UNIVERSAL

A pesar de lo devastador que fue el 2020, hay quienes aún mantienen la esperanza de que el año que acaba de comenzar depare mejores cosas para todas las personas que han sufrido los estragos de salud y economía, por mencionar algunos sectores, causados por la pandemia del virus SARS-CoV-2.

Una de esas personas es el cofundador de Microsoft, Bill Gates, quien es uno de los hombres más ricos del mundo y preside, junto con su esposa Melinda, la Fundación Bill & Melinda Gates, la organización filantrópica privada más grande del mundo.

En una publicación compartida en el sitio Gates Notes, Bill Gates señala que a pesar de todo lo malo, hubo grandes avances científicos en torno al COVID-19 , mismos que se desarrollaron a un paso sin precedentes en el caso del resto de las enfermedades que han aquejado a la humanidad.

Con eso en mente, Bill Gates compartió las innovaciones relacionadas con el COVID-19 que considera que son fuente de esperanza para un mejor 2021.

El desarrollo de vacunas contra COVID-19

Gates señala que las dos vacunas contra COVID-19 desarrolladas por Moderna y Pfizer y BioNTech han sido aprobadas en diversos países y su éxito no son más que buenas noticias para otras vacunas candidatas.

Esto se debe a que virtualmente todas las vacunas que están bajo análisis atacan la misma parte del virus que las dos vacunas mencionadas. Ya que los investigadores saben que atacar esa proteína en particular tiene buenos resultados, es muy posible que otras vacunas también sean exitosas.

Bill Gates resalta que las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech son vacunas de ARN mensajero que pueden ser desarrolladas y producidas más rápido que las vacunas convencionales, además de que tienen el beneficio de contener el virus, evitando que la gente se enferme al ser inmunizados.

Por otro lado, están vacunas como la de AstraZeneca que utiliza una metodología diferente para atacar la proteína en cuestión, protegiendo a los humanos del Covid-19 a pesar de tener un porcentaje de eficacia de cerca del 70%, comparado con el 94% a 95% de eficacia de las dos primeras; no obstante, ese porcentaje es suficiente para prevenir la enfermedad.

El cuarto hombre más rico del mundo resalta que nunca antes se había sabido de tantas compañías desarrollando vacunas para la misma enfermedad y añade que la razón por las que dichas compañías tomaron el riesgo de hacerlo fue que vieron la oportunidad de utilizar su experiencia para ayudar a darle fin a la pandemia. También ayudó que diferencias instancias asumieran el riesgo financiero.

La producción masiva de vacunas contra COVID-19

A pesar del desarrollo de las vacunas, se debe de contemplar que, en caso de que las vacunas necesiten una sola dosis, se requerirá producir 5 mil millones de ellas; en cambio, si necesita dos, habrá que producir 10 mil millones de dosis para cubrir el 70% de la población mundial, que es el mínimo necesario para parar la propagación del SARS-CoV-2.

Gates señala que las compañías de vacunas del mundo pueden producir poco menos de 6 mil millones de dosis al año, incluyendo todas las vacunas de rutina. Por lo tanto, se necesitará del triple de la capacidad de manufactura para producir todas las vacunas que se necesitan para otras enfermedades además de todas las necesarias para combatir el COVID-19.

Dadas las circunstancias, las compañías productoras de vacunas en países ricos se han aliado con sus contrapartes en países en vías de desarrollo para lograr producir las dosis a gran volumen de una manera segura, asequible y de gran calidad.

Este representa un hecho sin precedentes en los negocios en donde competidores se unen para incrementar la capacidad de producción en aras de ayudar durante la pandemia.

La distribución mundial de vacunas contra COVID-19

No sólo se trata de poder producir el volumen de vacunas necesarias para combatir el Covid-19, sino que también es necesario distribuirlas de manera equitativa alrededor del mundo, lo cual supone una carga logística y financiera, como señala Bill Gates en su blog.

Si bien muchas compañías se han comprometido a asegurar que las vacunas estén disponibles de una manera justa, ahora sigue el reto de transportarlas por todo el mundo a la vez que se les mantiene a la temperatura adecuada.

Esto será un reto gigantesco para los gobiernos que estarán encargados de su distribución. Además, los gobiernos de países desarrollados deberán intensificar su apoyo a través de organizaciones como la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización (GAVI, por sus siglas en inglés), que ayudan con inmunizaciones en países en vías de desarrollo.

Por otro lado, está el problema de la gente que dudará en vacunarse debido al miedo causado por la desinformación, desconfianza en los gobiernos, cuestiones culturales, falsas teorías de conspiración. Por lo tanto, será necesario contar con el apoyo de líderes con credibilidad que le expliquen a la gente sobre la seguridad de las vacunas de modo que más gente esté dispuesta a vacunarse.

La búsqueda de tratamientos para COVID-19

A pesar de que no ha habido éxito en el desarrollo de tratamientos para el nuevo coronavirus, Bill Gates resalta que no debe ser visto como un rotundo fracaso puesto.

Con la creación del Acelerador Terapéutico COVID-19 se pudo comprobar que ninguna de las compañías farmacológicas contaba con algún activo en existencia que pudiera dar solución a la pandemia.

Si bien el resultado fue desalentador, también representó grandes ahorros en recursos y tiempo, evitando que los investigadores desperdiciaran sus esfuerzos enfocándose en ese camino.

A pesar de todo, los investigadores se dieron cuenta de que el esteroide conocido como dexametasona funciona en casos graves de Covid-19. Fue mediante la red RECOVERY que los investigadores pudieron descubrir en tan sólo cuatro meses que este medicamento podía reducir la mortalidad en un 30% en casos graves.

Otro tratamiento es el de los llamados anticuerpos monoclonales, los cuales se crean al tomar anticuerpos de la sangre de pacientes que se recuperaron del Covid-19 y hacerlos pasar por la proteína Spike del Sars-CoV-2 para ver cuáles se pegan más, pues serán esas las que ataquen más al virus. Después, como cuenta Gates, se descifra la secuencia genética del anticuerpo, se hacen miles de millones de copias de él y se le administra a los pacientes.

Si bien no es un tratamiento nuevo, la pregunta es si se están produciendo suficientes anticuerpos monoclonales para distribuirlos en todo el mundo, lo cual depende de la dosis requerida; mientras menos se requiera, más gente podrá recibirlos. Además, es necesario encontrar una forma de administrarlos vía inyección en lugar de vía intravenosa. De lograrse, quedará el reto de producir el volumen suficiente.

Pruebas de detección de COVID-19

En cuanto a las pruebas de detección, Bill Gates señala los tres casos en que son necesarias: cuando el paciente tiene síntomas fuertes y los médicos necesitan saber qué tratamiento administrarle; cuando se sienten síntomas leves o ninguno, pero existe posibilidad de haber estado expuesto al virus; finalmente, también se les necesita para llevar a cabo la vigilancia epidemiológica.

Para todos los casos, diversos países se han enfrentado al problema de no contar con suficientes pruebas o no contar con personal suficiente para realizarlas.

Es por eso que las opciones que permiten que la gente se haga sus propias pruebas, lo cual no sólo hace más eficiente el proceso, sino que protege al personal de salud de estar expuestos al virus cuando las personas tosen o estornudan con las pruebas.

Asimismo, hay compañías que están trabajando en la producción de pruebas rápidas de detección que pueden ser producidas en masa. De dimensiones pequeñas, estas pruebas, además, arrojan resultados en periodos cortos y se envían los datos directamente a los servidores, con lo que se facilita la vigilancia epidemiológica.

En el futuro, de acuerdo con Gates, es posible que este tipo de pruebas se apliquen para la detección de enfermedades como el VIH y la tuberculosis, entre otras.

Mientras tanto, las compañías siguen trabajando en desarrollar pruebas que sean más sensibles, rápidas y baratas, así como en ampliar la producción de pruebas no tan sensibles a menor costo a mayor velocidad.

Escrito en: Bill Gates CIENCIA 2021 covid-19 vacunas, Gates, compañías, Bill

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