La lavanda como alternativa antiinflamatoria y otros beneficios
La lavanda es una planta mediterránea del sur de Europa y algunas partes de África. Considerada un adaptógeno sumamente conocido por sus propiedades terapéuticas.
Entre sus múltiples beneficios se encuentra su capacidad antiinflamatoria, sin embargo, cuenta con muchos otros que funcionan como medicina alternativa y tratamientos naturales.
Para la piel
El aceite de lavanda es un componente que se añade a lociones corporales para calmar la irritación. También es efectiva en el tratamiento de enfermedades de la piel como la psoriasis y la dermatitis atópica.
Por otro lado, sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, en conjunto con otros medicamentos, pueden acelerar el proceso de sanación de quemaduras y heridas.
Contra insomnio y ansiedad
Tomar un baño con un jabón aroma lavanda puede prepararte para dormir tranquilamente. Muchas personas depositan algunas gotas de este aceite sobre su almohada, ayudándolos a conciliar el sueño sin problemas.
También, gracias a el linalol (compuesto de la lavanda) se ha utilizado como medicina alternativa por sus efectos ansiolíticos, reduciendo el estrés y la inquietud.
Para el cabello
El aceite de lavanda en el cuero cabelludo puede ayudar a eliminar la caspa y a darle un aroma agradable naturalmente.
Digestión
Los compuestos químicos de la planta son utilizados para tratar problemas gastrointestinales; esto la hizo sobresalir durante la Primera Guerra Mundial donde se utilizó para inhibir el crecimiento de bacterias en el estómago.
Aunado a ello, sus propiedades antiespasmódicas ayudan a regular el sistema digestivo.
Como condimento
Desde la antigüedad ha sido complemento de varios platillos dado que sus flores resaltan el sabor de los caldos, mermeladas y aderezos.
Otro de sus usos culinarios y como medicina alternativa más sobresalientes son los beneficios que aporta como infusión, que ayuda a disminuir el estrés y los dolores de cabeza.