Tres fracasos mortales de la 4T
La mezquina irresponsabilidad con la que se ha conducido el presidente López Obrador en el manejo de la pandemia, y en el proceso de vacunación son ya el peor fracaso de su administración, pero lo que más preocupa es que la salud y la vida de los mexicanos está en muy grave peligro y ese pobre hombre no se ha dado cuenta y sigue construyendo castillos en el aire y ahora el Secretario de Hacienda y Crédito Púbico quiere cobrar la renta.
Los tres mortales fracasos del presidente López y su cofradía de inútiles son: el pésimo, negligente y peligroso manejo de la pandemia, cuya curva, afirmó, había aplanado, para luego darnos cuenta que se le convirtió en mortal meseta, para acumular 160 mil muertos y en una semana llegaremos a los 2 millones de contagios; el segundo fracaso mortal lo constituye su ridícula fuerza moral y los "detentes" que aseguro lo protegían y aconsejaba a su pueblo bueno que los usaran para no contagiarse, para darnos cuenta que de nada o poco le han servido, pues el señor es víctima de su lengua y de su propio veneno, pues hoy padece de la enfermedad de la cual se burla y maneja con desparpajo. Y el tercer gran fracaso mortal lo constituye el vil engaño en la adquisición y proceso de vacunación.
Ya no hablemos de que el fracasado presidente López está politizando la aplicación de las vacunas, sino de la mentira, el desorden, la confusión, la lentitud y la opacidad con la que está conduciendo el propio proceso de vacunación, lo que pone en grave riesgo a la población, pues está confiada en los millones de vacunas que llegarían a nuestro país, relajó la disciplina sanitaria y los contagios, enfermos mortales y defunciones, se incrementaron alarmantemente, al grado de colapsar los hospitales de la Ciudad de México, los crematorios, los cementerios y los documentos legales que certifican las defunciones.
Se nos dijo que del 24 de diciembre del 2020 al 31 de enero del 2021, se aplicarían un millón 100 mil vacunas al personal médico, para darnos cuenta que esa meta no se cumplió, pues solo se aplicaron 660 mil, lo que representa casi un 60 por ciento y solamente 31 mil profesionales de la medicina, recibieron el tratamiento completo, esto es, las dos dosis, de tal suerte que un millón de médicos, enfermeros, camilleros, y demás personal médico, solo recibió la primera dosis y la segunda, muy probablemente se les aplicará el 15 de febrero, fecha en que el proveedor Pfizer reanude la entrega del antígeno a México.
Pero, además, sabiendo que Pfizer suspendió la entrega de vacunas, el Gobierno de la 4T consideró que era más útil vacunar a los "Siervos de la Nación" (operadores electorales) para lo cual distrajo más de 30 mil vacunas, dejando sin acceso a igual número de médicos. Y si a ese dato le agregamos que en Campeche se aplicaron 20 mil vacunas a igual número de maestros, nuestros médicos quedaron sin la inmunidad y expuestos a contagiarse, pero eso no le importa al Sr. López. Lo verdaderamente relevante es garantizar 25 millones de votos para el 6 de junio.
Al día de hoy México ha recibido (por obra del espíritu santo y de la caridad) 750 mil vacunas, y solo se ha aplicado un 70 por ciento, lo que significa que más o menos está aplicando un promedio de 20 mil vacunas por día.
Debe advertirse que, si nuestro objetivo es llegar a la inmunidad de rebaño, se requiere vacunar al 70 por ciento de la población (aproximadamente 88 millones de mexicanos), lo que significa que al paso que vamos de aplicar 20 mil vacunas por día y con un lapso muerto de 21 días, nuestra meta la estaremos alcanzando en 12 años, esto quiere decir para el año 2033.
Dentro de la opacidad y las cantinflescas explicaciones de la Sra. Sánchez Cordero, del Sr. López-Gatell y lo declarado por el propio Presidente, en su repentino despertar, se nos ha dicho que se han adquirido vacunas por un total de 135 mil millones de pesos, pero a decir de fuentes de la Organización Mundial de la Salud, queda por cierto que no hay registro de contratos de compra-venta de vacunas del Gobierno mexicano y para atizar la llama de la desinformación el Gobierno de la 4T decide encriptar por 5 años toda la información relacionada con estos supuestos contratos.
Ahora se nos dice que el presidente de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialista, don Vladimir Putin, vendrá a salvarnos, pues nos ha ofrecido algo así como 24 millones de dosis de su antígeno denominado Sputink V, mismo que se encuentra en la fase de 3 de experimentación, pues si bien ya se aplicó a miles de personas, aún no hay resultados ciertos de su efectividad y de efectos colaterales que puedan suscitarse en las personas vacunadas, de tal suerte que nuestro amado pastor, don Andrés Manuel López Obrador, nos estará ofreciendo a los rusos para que sigan experimentado con su pomposa vacuna y en una de esas perdamos los riñones, los pulmones, el hígado o quedemos en otra dimensión, como le ocurrió al propio presidente López.
Como podrá observarse, nadie sabe con exactitud qué está ocurriendo con los procesos de compra-venta de las vacunas y mucho menos cómo va el proceso de inmunización y de persistir en la negativa de informar con claridad, las especulaciones seguirán creciendo, al grado de que ya algunos afirman que al mismísimo Presidente le dio una embolia.
Por si el desorden presidencial relacionado con el proceso de vacunación fuera poco e intrascendente, ahora nos venimos a enterar que la economía de nuestro país durante el 2020 sufrió una caída del 8.5 por ciento, la peor caída registrada, después del año de 1932. Y a esta desgracia debe agregarse un millón de nuevos desempleados.
Lo que reina en nuestro país es la desinformación, la falta de coherencia y congruencia del Presidente, su lesionado estado de salud, lo que nos hace suponer que, por el momento, no está apto para gobernar y sería mejor que el señor Presidente termine su recuperación y que la conducción de este país quede en manos, sí de un morenista, pero que tenga sentido de la realidad, que de preferencia esté ubicado en modo, tiempo y lugar.