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Minorías no quieren más poderes policiales

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EFE

Mientras las autoridades deciden cómo hacer frente a la amenaza a la seguridad nacional que representa el extremismo interno tras la mortal toma del Congreso, organizaciones de derechos civiles y activistas de comunidades minoritarias expresan alarma ante la posible ampliación de los poderes de las fuerzas policiales.

Afirman que sus comunidades han estado en la mira de las fuerzas de seguridad en las dos últimas décadas y temen que cualquier nueva herramienta para combatir el extremismo de derecha y el nacionalismo blanco terminen perjudicando, intencionalmente o no, a musulmanes, afroamericanos, hispanos y otras minorías.

Esas inquietudes ponen de manifiesto la complejidad del debate en torno a cómo prevenir la violencia extremista sin afectar la libertad de expresión. Sobre todo sectores musulmanes se oponen a la creación de un nuevo estatuto para combatir el terrorismo interno basado en leyes ya existentes que castigan al apoyo a organizaciones terroristas extranjeras.

"Habría que hacer una pausa. La decisión instintiva de hacer algo nos preocupa", manifestó Maya Berry, directora ejecutiva del Instituto Árabe-Americano, una de más de 130 organizaciones de derechos humanos y civiles que dicen que el FBI dispone de todas las herramientas que necesita.

"Hay toda una legislación federal que te permite contener esta violencia sin que sea necesario decir, 'un momento, necesitamos más atribuciones´", expresó.

"El debate acerca de cómo prevenir la violencia extremista y a si se necesitan nuevas leyes no es nuevo. Ya se dio después de ataques a judíos en una sinagoga de Pittsburgh y a hispanos en un Walmart de Texas.

El ataque del 6 de enero, en que una turba casi exclusivamente blanca de partidarios de Donald Trump y de organizaciones de extrema derecha irrumpió en el Congreso, hizo que se enfocase la atención en el extremismo blanco y planteó interrogantes acerca de si hay una doble moral de trasfondo racial en la represión de estos grupos.

El presidente Joe Biden dijo que el extremismo interno es un problema de seguridad nacional que requiere atención inmediata y ordenó a la Oficina del Director de Inteligencia Nacional que preparase un informe sobre esta amenaza. El Departamento de Seguridad Nacional advirtió que podría haber nuevos actos de violencia. Y ya antes del episodio del Congreso el director del FBI Chris Wray había dicho que el extremismo interno era una amenaza comparable a la del terrorismo internacional.

Escrito en: FBI extremismo, interno, organizaciones, violencia

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