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Que viva la fiesta caribeña

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Que viva la fiesta caribeña

Que viva la fiesta caribeña

JUAN ÁNGEL CABRAL

Hola, compañeros y amigos de este hermoso mundo de las cuatro bases.

Es un placer estar con ustedes esta semana llena de beisbol.

PRIMER LANZAMIENTO

Esta semana llena de beisbol y en donde ya parece uno mapache por las ojeras, pero en el espíritu satisfecho por ver tantas jugadas de alarido y entrega.

La verdad de las cosas, no es porque el martes por la noche México jugó contra Puerto Rico, pero qué buen espectáculo es ver en el terreno de juego a Yadier Molina.

Es un claro ejemplo de que las nuevas generaciones deben seguir.

Dejando de lado los acuerdos económicos que tenga con la pelota de su país, se ve la entrega y cómo disfruta jugar beisbol.

En el juego contra Venezuela y a palabras expresas del puertorriqueño, Molina se concentró en guiar los lanzamientos de sus compañeros, convirtiéndose en el líder que debe ser un receptor en el terreno de juego.

Recuerdo en 1986 cuando vivía en Monclova y el equipo de Acereros impuso el récord de jonrones, mismo que después lo superó Diablos Rojos; el pistón del equipo defensivo era el originario de Gausave, Sinaloa, Manuel Daut, quien jugaba con esa pimienta y coraje que se necesita.

Desde ese entonces, hasta mi llegada a Durango en donde tengo contacto con la pelota amateur de aquí y conozco dos grandes receptores, uno de ellos "Chema" Valenzuela, quien me entrenó un par de años.

El segundo que le aprendí viéndolo y compartiendo grandes juegos con él es Miguel "Lín" Medina,

Tanto Daut, como Valenzuela y Medina irradiaban ese respeto en el diamante, el mismo que Molina lo hace, y no solo en Grandes Ligas: se puede apreciar esa entrega en la Serie del Caribe.

No podemos dejar de nombrar a un receptor que mostró carácter, entrega y mucha disciplina como lo es el "Comandante" Eddie Díaz.

Aún se puede apreciar esa energía y compromiso de un líder en el terreno de juego y fuera de él.

El Presidente Adjunto de los Generales de Durango, así como se le puede ver negociar, planear, dirigir y trabajar, en la actualidad así era atrás del plato.

Exigente con el comando, líder en las jugadas, pero sobre todo siempre uniendo al equipo y buscando el triunfo en toda ocasión.

RECTA AL CENTRO

La sencillez es factor importante entre los seres humanos, Yadier es un claro ejemplo.

Son más las veces que lo vemos sonriendo en el diamante que reclamando o poniendo mala cara.

Un carácter similar a Miguel Cabrera, dos peloteros que nos enseñan que el beisbol se respeta, pero también te puedes divertir y gozarlo.

Bueno, en esta Serie del Caribe son muchos los ejemplos de buena actitud que podemos ver; sin embargo, existe la otra cara de la moneda.

Benjamín Gil, en la pelota mexicana, es como el América del futbol: lo odias o lo quieres.

Tal vez su arrogancia y forma de ser no es bien vista para muchos aficionados y peloteros, pero de que sus números hablan por él.

En los enfrentamientos de México, a mi parecer, les ha faltado estrategia y en ocasiones hasta motivación.

A Colombia se le ganó porque en una solo entrada México recibió más de cinco bases por bolas.

Ante Dominicana, se vio la mano del manager de Generales de Durango, Félix Fermín, quien llegó con una plan de ataque y sobre todo con el pitcher ideal para frenar a los bateadores aztecas, quienes quisieron responder ante el relevo, pero ya era la novena entrada.

Ante Puerto Rico, volvemos a lo mismo: creo que la experiencia de Yadier Molina se reflejó en el plato, en donde el comando de los lanzadores fue constante, lo que complicó el bateo de México.

Quedamos en tres y dos.

Escrito en: Beisbol Molina, entrega, equipo, terreno

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