Franquicias que quizá debieron parar después de la primera película

No todas las franquicias son buenas ideas, de hecho, hay proyectos que se vuelven tan malos y pierden calidad conforme expanden su universo, que parecería como si lo mejor hubiera sido dejar la película original en paz, darle su lugar, su honor y su gloria y haber evitado secuelas, precuelas o demás, que sólo echaron a perder una buena propuesta. Estos son algunos casos.

Annabelle

La cinta ya estaba atada a otra franquicia, The Counjuring, y dentro de ese universo funcionaba como precuela y secuela. Que ‘Annabelle’ en sí tenga secuelas, pasa, pero que sean malas, uff.

Cloverfield

La primera es fantástica y aunque la secuela es muy buena, no se siente como del mismo universo. Con la tercera quedó claro que la prometedora idea de cintas independientes, no resultó nada bien.

High School Musical

Disney dio un gran acierto con un producto musical en su momento actual y fresco, pero aunque la primera se permitía ser al menos en cierto nivel reflexiva, las otras dos no tuvieron por qué existir.

Taken

Lo fantástico de la primera es que sorprendió con un concepto sencillo pero bien trabajado, lleno de acción que cumplía lo que prometía pero no tenía más pretensiones. Mejor haberlo dejado así.

Jaws

Las secuelas son tan insignificantes, que muchos ni las vieron o no las recuerdan. Eso es lo bueno; lo malo es que existieron y nunca supieron atrapar la verdadera esencia que hizo única a la original.

Meet the Parents

Si la idea funcionó una vez, no tiene forzosamente por qué hacerlo después. Aquí la idea a penas medio funcionó una vez, y no lo suficiente como para justificar las secuelas, pero las hubo.

Pirates of the Caribbean

Es divertida y entretenida, con una trama dinámica y personajes entrañables, pero subsecuentes secuelas hicieron parecer que la idea era extender una idea, no nutrirla. Tal vez, aquellas sobran.