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¡Que ya censuren todo!

¡Corte y queda!

MARA GÜERECA

Sí, que censuren cada película, documental o serie habida y por haber de una vez. ¿Para qué evitar lo inevitable? Que después de un estreno aparezca un grupo que pida que se les cambie la categoría, se eliminen escenas o peor aún, que se les retire de cartelera o catálogo por escenas graves u otras sin sentido, da igual, nadie escapa de la censura del siglo XXI.

El tema surge de la llegada de 'Madre solo hay dos', serie para Netflix protagonizada por Ludwika Paleta y Paulina Goto.

Desde su estreno se ha mantenido en el primer lugar del top 10 de la plataforma gracias a la historia de dos mujeres de clases diferentes que cuatro meses después de dar a luz descubren que sus hijas fueron intercambiadas y enfrentan un duro y a la vez divertido proceso para regresarlas a respectivas familias. Una trama simple, nada del otro mundo que da como resultado una serie floja, con rostros conocidos de la televisión, pero entretenida y que al parecer presenta un concepto equivocado "sobre la maternidad, y las relaciones de pareja". Al menos eso es lo que afirma el colectivo '1000 pelotas para ti'.

La declaración surge a raíz de la decisión del personaje de Goto, 'Mariana', que luego de que su pareja le rompiera el corazón, decidió impedirle que tenga contacto con su hija por miedo a que también la lastimara.

El personaje tiene sus motivos, pero el grupo asegura que, a pesar de ser una ficción, impacta de forma negativa en la protección de los derechos de los niños para convivir con sus padres, en lugar de fomentar una sana convivencia.

"'Madre solo hay dos' reafirma estereotipos nocivos de género en relación a la maternidad, profundiza el rol de mujer-madre, e impide erradicar la concepción de una maternidad mal entendida. Como si el hecho de ser madre le da un derecho supremo en la vida del hijo incluso, le da el derecho de decidir sobre la presencia de este en la vida del hijo. Lo cual es sumamente lamentable", explican en un comunicado.

¿Su petición? Que se advierta sobre los daños emocionales y psicológicos que la serie puede ocasionar, así tal y como se hace con los etiquetados en cigarros o comida chatarra.

¿En verdad es necesario? Unos dirán que sí, otros dirán que no. Si a esas vamos, sería bueno también hablar de los otros "temas prohibidos" que presentan como el clasismo, la infidelidad, la adicción al trabajo, los tatuajes, el acoso sexual y hasta la homosexualidad. En fin, nada es correcto hoy en día cuando se exhibe en una pantalla, pero creo que el espectador tiene la capacidad, o al menos debería tenerla, de distinguir entre la realidad y la ficción, de entender que toda historia siempre será llevada al extremo.

De lo que sí estoy segura, es que esta ola moralista en un fallido intento por mostrar una burbuja rosa de lo que se vive en sociedad. ¿Por qué habría de ser malo ocultar lo que en realidad sucede y mostrarlo? ¿Duele que pongan las cartas sobre la mesa? ¿Mostrar las dos caras de la moneda no sería una forma de invitar a la reflexión? El problema es que se está saliendo de control

Claro ejemplo es la nueva decisión de Disney+ por desaparecer de su catálogo infantil películas como 'Dumbo' (11941), 'Peter Pan' (1953), 'La dama y el vagabundo' (1955), 'El libro de la selva' (1967) o 'Los Aristogatos' (1970), bajo el argumento de que incitan al racismo.

¿Será una decisión acertada? El tiempo nos dará la respuesta, pero insisto, de una vez censuren todo, al fin y al cabo nunca nos dan gusto con nada, a menos que aprendamos a hacernos responsables de lo que vemos, a ser un espectador inteligente.

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Escrito en: Corte y queda serie, censuren, decisión, lugar

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