El Gobierno neerlandés saliente confirmó este lunes su intención de extender el toque de queda en Países Bajos hasta el 2 de marzo debido a los temores a la variante británica de coronavirus, y solicitará el apoyo parlamentario para ampliar la restricción.
La medida expirará oficialmente el próximo miércoles a las 04:30 hora local (03:30 GMT), pero el Gobierno quiere que siga en vigor el mismo tiempo que el resto de las restricciones parte del confinamiento total vigente desde mediados de diciembre, lo que incluye el cierre de institutos de secundaria y de todos los servicios no esenciales.
La hostelería lleva cerrada desde mediados de octubre y permanecerá abierta solo para recogida de pedidos o servicio a domicilio hasta el 2 de marzo, aunque el Gobierno neerlandés subrayó que si las cifras diarias de contagios siguen bajando con el paso de los días, no descarta levantar el toque de queda y otras medidas de forma paulatina.
El ministro saliente de Justicia, Ferdinand Grapperhaus, reconoció que todavía no puede definir con claridad si el toque de queda está teniendo el efecto buscado de control de contagios, algo que solo podría concluirse cuando se cumplan exactamente dos semanas desde que entró en vigor la medida el pasado 23 de enero, lo que podría revelarse mañana.
“Se ven claramente muchos menos momentos de contacto y visitas por la noche, y hay menos movilidad”, según el ministro, quien subrayó que el consejo del equipo de expertos que asesora al Gobierno en la pandemia es extender el toque de queda dado que las cifras de contagios son aún “preocupantes”, al igual que la aparición de nuevas mutaciones del virus.
Si consigue el respaldo parlamentario que necesita para extender la restricción, previsiblemente este martes, el Gobierno neerlandés prometió revisar el 23 de febrero todas las medidas vigentes y el toque de queda, por separado. “Es una medida pesada y si podemos detenerla antes, lo haremos”, aseguró Grapperhaus.
El toque de queda se aplica todos los días de la semana, a partir de las 21:00 hora local (20:00 GMT), una restricción que condujo a cuatro días consecutivos de fuertes disturbios entre jóvenes y la policía neerlandesa que trataba de dispersar las protestas en diferentes ciudades contra la entrada en vigor de esta medida a finales de enero.
MARATÓN DE PATINAJE
La tormenta de nieve actual, que se registra por primera vez en la última década, también ha puesto otro debate sobre la mesa: el Gobierno neerlandés está estudiando permitir la celebración de la maratón sobre hielo natural, la Elfstedentocht, después de fuertes presiones de la oposición y los organizadores para que dé luz verde a esta carrera, a pesar de las restricciones contra la pandemia.
Se trata de una tradicional carrera de patinaje sobre los canales congelados que consiste en recorrer 200 kilómetros cruzando más de una decena de ciudades en el norte del país, y que no se ha podido celebrar desde 1997 porque los canales no se han llegado a congelar desde entonces, pero en esta ocasión las autoridades prevén temperaturas bajo cero durante toda la semana, lo que podría dar las condiciones necesarias para la maratón.
El primer ministro saliente, Mark Rutte, aseguró estar estudiando la situación con las juntas de seguridad regionales y los organizadores de la carrera para ver la posibilidad de que se celebre con fuertes restricciones, sin público y con la única participación de los patinadores profesionales.