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La Guardia Nacional

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HÉCTOR SÁNCHEZ GUTIÉRREZ

Las Fuerzas Armadas rigen su existencia y razón de ser en lo establecido en la Constitución y en las leyes Orgánicas, tanto del Ejército y Fuerza Aérea, como de la Armada de México.

La Constitución le asigna al presidente de la Republica la facultad de disponer de las Fuerzas Armadas para la Defensa Exterior y la Seguridad Interior.

Las Leyes Orgánicas de las Fuerzas Armadas, como Reglamentarias de lo establecido en la Constitución, les asignan las tareas de: Defensa Exterior, Seguridad Interior, Auxilio a la Población Civil en caso de desastres, Apoyo a las autoridades civiles y Realizar actividades en beneficio del desarrollo nacional.

Las primeras dos misiones de Defensa Exterior y Seguridad Interior son características de toda fuerza armada; México, por su vocación pacifista y su principio de no intervenir en asuntos de otros países, privilegia la seguridad al interior del territorio nacional.

Esto no exenta las Fuerzas Armadas Nacionales de considerar y prepararse para la defensa exterior de nuestro territorio.

Los criterios de nuestra Doctrina de Seguridad Nacional contemplan como áreas estratégicas de atención los ámbitos: geográficos y temáticos; nuestras Fuerzas Armadas, coincidentes con esta doctrina, atienden los ámbitos geográficos de tierra, mar y aire.

Desde los años 80 se ha venido colocando en el interés nacional una amenaza "temática" que ha sido mal atendida y sin construir una visión persistente para su cuidado, lo que no ha abonado ni tan siquiera en su contención.

Me refiero a la inseguridad que afecta la población en su integridad física y la protección de sus bienes, impactando en la paz y la tranquilidad del país, incidiendo en los objetivos nacionales de convivencia sana y bienestar.

Anterior a los 80, la seguridad publica no era del interés político porque continuaban los criterios de pacificación posrevolucionario y el Ejército, en particular, mantenía un despliegue en todo el territorio nacional, apoyándose en la creación de unidades de defensas rurales, integradas en ejidos, organizadas, equipadas y adiestradas, bajo mandos militares en tareas de seguridad publica en el ámbito rural, atendiendo delitos como el abigeato y la despistolización.

La seguridad pública ha sido objeto de un recrudecimiento en su atención, con diversas ideas cambiantes cada que llega un nuevo responsable con un nuevo equipo de trabajo; en todas ellas, la presencia de las fuerzas armadas sigue estando presente.

Al iniciar la actual administración, se diagnosticó que la principal problemática en México es la seguridad pública; la consulta que se realizó en el primer cuatrimestre de 2019 y encuestas recientes muestran que inseguridad y violencia son los retos centrales; percepción consistente con las tasas de violencia y criminalidad; la problemática trasciende narcotráfico y crimen organizado; personas, familias y comunidades son víctimas del delito; la vida cotidiana está impactada por delitos del orden común; la ciudadanía experimenta miedo, angustia social, inseguridad e incertidumbre; las fuerzas de seguridad pública civiles están limitadas para cumplir con su tarea de prevenir y combatir el delito; el gasto público para seguridad y justicia se duplicó en solo diez años, sin que los resultados sean los esperados; ...... y nació la Guardia Nacional.

Su encuadramiento en la Sedena, como una fuerza intermedia, con capacidades superiores a una policía convencional, sin llegar a las capacidades de una fuerza armada; organización y capacitación enfocada a las tareas policiales que realiza, protocolos de actuación legal que siguen conformándose; y, si nos fundamentamos en las áreas estratégicas que nos define la doctrina de nuestra seguridad nacional, la legitima como una Fuerza Armada más para atender "el tema" de seguridad pública.

En el contexto de la seguridad interior que nos asigna el texto constitucional y las misiones que nuestras Leyes Orgánicas nos asignan.

Es la única opción que nos puede garantizar la continuidad y fortalecimiento de una visión, porque el sistema militar construye mandos y fortalece estructuras y procedimientos, evitando la falta de continuidad que provoca la imposición de criterios personales o de grupo en la construcción de instituciones.

Ojalá me toque ver una policía con disciplina, continuidad, eficiente y eficaz, que cumpla con su tarea de proteger a las personas y sus bienes y aporte, porque solo le corresponde coadyuvar, ya que NO es el fin privativo de su actuación, el alcanzar la paz y tranquilidad tan necesarias para México.

Escrito en: Con México en la mente seguridad, Fuerzas, Seguridad, fuerza

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