Acuérdate de Acapulco

Inolvidable es aquello que no se puede olvidar y permanece en la memoria pese al paso del tiempo, es tan cierto, casi casi, como Ley de vida, que lo bien disfrutado jamás será olvidado... momentos donde te sientes protagonista de una historia fugaz y al mismo tiempo eterna, instantes en los que te sientes uno con el universo, en donde no existe nada más que lo que tienes a tu alrededor y sientes como si el mundo comenzara y terminara ahí mismo donde estás.

Esos instantes se vuelven tan perdurables, inexplicables e increíbles. Son imágenes visuales, palabras, olores, sabores, sensaciones, que provocan sentir el pulso de la vida en tu piel.

No importa si es de día o de noche, si hace frío o calor, vividos solos o en compañía instantes que llenan tu espíritu de cosas buenas, momentos marcados por emociones agradables, momentos que nos llevan a otro lugar, momentos celestiales en la tierra.

Lo mejor de la vida es gratis: ver un atardecer, hablar desde lo más profundo con otra persona, mirar a los ojos a otro ser humano, dar un abrazo, darte un baño de estrellas. Valorar el poder de lo sencillo te ayuda a simplificar la vida.

Cuando pensamos en cuáles son los mejores momentos de la vida, imaginamos que esos instantes tienen que ser situaciones extraordinarias. Sin embargo, los mejores momentos de la vida suceden cada día ante nuestros ojos y con frecuencia, pasan desapercibidos.

La mayoría de los momentos más felices de la vida se viven en compañía de otra persona porque la felicidad es mayor cuando se comparte.

La familia, la pareja y los amigos son compañeros de vida que están presentes en muchos de esos momentos imborrables. Todos quisiéramos ser personas inolvidables para los demás, pero solamente unas cuantas personas logran serlo.

Venimos a esta vida a buscar personas, las personas en tu vida te entrenan, el hecho de que yo agregue a alguien a mi vida suma y me lleva hacia adelante, en muchos aspectos voy a cambiar, a mejorar o quizá me eche a perder la vida, no lo sé, lo que si me queda claro es que las relaciones personales son un conocimiento y descubrimiento constante sobre el otro, cada persona trae facilidades y problemas, que se deberán resolver.

¡Ahhhh! pero cuando conoces a una persona especial se vuelve insustituible, porque las conexiones vienen del alma, de la energía, es algo natural que va más allá del mundo físico, es por eso que no se puede forzar una conexión con alguien.

Las personas no tenemos reemplazo, el rol en nuestra vida si se puede llenar con otros, pero la gente extraordinaria no se puede llenar con nada.

Los años, las pérdidas, el tiempo, te enseñan que, cosas supuestamente importantes, como el dinero, la posición, el trabajo, la carrera, todo toma un valor secundario cuando al pasar del tiempo recuerdas esas personas que trajeron luz a tu vida, no por lo que eran, sino por lo que te hicieron sentir mientras estaban en tu vida.

Todo el mundo tiene una persona especial que siempre te saca una sonrisa, que altera tu percepción del mundo y de ti mismo, cuántos de nosotros tenemos a una persona especial que no podemos olvidar, hay muchas personas que se quedan en nuestra mente y no, porque aún tengamos sentimientos hacia él o ella, sino porque contaba con algunas características que la hacían única y especial.

A este tipo de personas tenemos que cuidarlas y protegerlas porque son un verdadero tesoro, son pocas con las que conectamos de verdad, a un nivel profundo del alma. Cuando alguien llega a tu corazón, siempre resulta agradable mirar hacia atrás, como un gran álbum lleno de fotografías que se repasa cuando el corazón lo necesita.

Evocar situaciones, emociones, acontecimientos y personas se convierte en un acto que te sumerge en un estado de alegría y reflexión al mismo tiempo.

Las personas estamos hechas de historias y recuerdos, que tejen lo que somos y tarde que temprano, llega un día que nuestros recuerdos se convierten en nuestra riqueza. ¿Tienes alguna persona inolvidable cerca de ti? ¿Te han dicho alguna vez que tú eres una de ellas? Hoy brinda por esa persona especial que hace que tu vida sea un placer protagonizarla.