Estrategias de Romeo

 FCO. JAVIER GUERRERO GÓMEZ

Siento que llora amor la tinta...con la que escribo. No tengo corazón, está dormido entre dos aguas. Cuando se piensa en el ayer una flor muere.

Tu cuerpo, compendio del soplo existencial, exacta anatomía, fémina pura, sirena dadora de ternura prohibida, Penélope que teje horas sin noches.

Después de ti, eclipsó el mundo, no hubo sendero en mi estrategia de Romeo.

Con los dientes apretados escurre el grito de tu nombre, rompe el cerco,

Tus ojos de empalago, miel etérea, trazan caminos de tu boca a la mía.

Por no esquivar el duende juvenil, extraviamos promesas en el instinto que nos roe.

Los pasados caen como hemorragia sobre desecho-cuerpo, imposible creer,mis ojos se alumbran con los tuyos.

Gritos intrépidos escapan del lago de tus voces

Eres musa que cubrió el espacio en ti probé la miel exacta del amor, fui ser porque estabas, puerta al cielo cuando mi labio bebió el tuyo.

Soy volcán ardiendo para adentro, escurre lava hasta el rincón lejano, donde el cerebro, urna de todos los reproches, cría cuervos (venenosos por los celos) cuyos picos y garras, destrozan todo sueño.

El pájaro del amor nos picotea sostenido en la rama donde columpian nuestras almas, somos los dueños de estas horas, no hay lugar que no te cubra con los besos, para borrar tu historia, hacerte nueva, surco solo para mi semilla.

Tu cabellera cae de tanto amor en un instante, eres potranca sobre el campo...

O serpiente sorprendida entre la cama.

Apriétame más, formemos uno solo, nuestros sexos aúllan como la vez primera...Vamos a abrazarnos, la braza quema y la ceniza expande, con las voces traspasando el quicio.

Nadie puede culparnos, la infidelidad se ahoga en el quejido con que se trenzan los amantes.

Chispa de pecado entre la tarde, Eros ríe a bocajarro, nada importa: Tú, la enamorada y yo empobrecido de recuerdos. En estos días en desbandada,

Como astillas en las uñas, eres esencia de besos prohibidos, que a la gloria se eleva.

Camino al paraíso aporreando demonios con orgasmo a toda asta.

Los vidrios sucumben clausurados este momento, es solamente nuestro, no hay mañana.

Tu boca, mariposa caída en el otoño, emerge después de los nublados.