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Orquídeas a la luz de los siglos

Capirotada de tradiciones

ORQUÍDEAS A LA LUZ DE LOS SIGLOS

Capirotada de tradiciones

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DANIELO HERNÁNDEZ

Al poner un pie en el corazón del Mercado Gómez Palacio de nuestra querida ciudad de Durango, de manera instantánea los olores y los sabores nos trasladan a otros sitios y momentos. Unos volverán al hogar materno, otros recordarán tiempos mejores al lado de algún ser querido. Todos invariablemente nos sentiremos gratamente satisfechos con la abundancia que reboza de los platos y con el amor, la atención y la dedicación que las decenas de mujeres que hacen posible esta aventura gastronómica le ponen a cada cazuela y sartén donde se cuecen y guisan los más variados y coloridos ingredientes.

Al iniciar la cuaresma el pasado miércoles, las barras, los comales y las ollas se vistieron de gala para recibir a los comensales ávidos de los alimentos tradicionales de la temporada; fue en ese momento, entre el bullicio y las invitaciones de las mujeres a sentarnos, que reafirmé mi sentir en torno a la falta de reconocimiento hacia ellas, que con su encanto y sazón mitigan nuestro apetito, unen a nuestras familias, nos dan motivos para convivir o nos ayudan a superar alguna pena.

Lastimadas seriamente en sus ingresos por la pandemia, es imposible no querer detenerse en cada uno de los locales, todas ofrecen una amplia lista de delicias a precios muy accesibles y por lo tanto quienes podamos debiéramos proponernos visitar el Mercado y consumir en estos pequeños negocios sostenidos por mujeres.

Esa sería una primera forma de reconocimiento y apoyo al que me refiero -yendo a saborear lo que esas manos mágicas preparan-; por otra parte, considero que como representantes de la gastronomía popular y herederas de una tradición culinaria de generaciones, sus saberes y secretos no han sido plenamente valorados y difundidos, impidiendo así que sus aportes culturales alcancen un estatus de patrimonio inmaterial que les permitan trascender en la sociedad y en el tiempo.

Nuestras mujeres del Mercado Gómez Palacio, son verdaderas guardianas del amor y la sabiduría de otras tantas mujeres que las antecedieron frente al fogón, sus guisos son alquimia y magia, mezclas de ciencia y tradición, de dedicación, amor y ternura. Armadas con sus utensilios de cocina, su poder e influencia se remonta a varias generaciones de matriarcas que han hecho de la cocina su sitio de poder, su lugar de unión y el núcleo de donde ha emanado amor, sabiduría e identidad. Estos ingredientes, sumados al picor de los chiles secos y verdes, a las carnes, a los frutos de la tierra, del mar y del cielo, nos hacen imaginar, soñar, recordar y viajar, al tiempo que salimos con el estómago lleno, enamorados del resultado de sus benditas manos en esta Capirotada de tradiciones elaborada por estas heroínas, mujeres ejemplares dignas de todo reconocimiento.

Esta cuaresma, esperemos que el semáforo epidemiológico siga siendo benévolo y que en ese sentido nos permita el tiempo para visitar el Mercado Gómez Palacio, podamos saborear un delicioso platillo y hacer más grande la labor de las cocineras de Durango, porque también hay que decirlo, hay para todos los gustos, antojos y estómagos.

Y ya de paso, hacernos de alguna fruta, verdura, quesos o flores que otros locatarios ponen a nuestra disposición, formentando así la economía local.

Escrito en: Orquídeas a la luz de los siglos mujeres, Mercado, Gómez, reconocimiento

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