Editoriales

Con México en la mente

Las Fuerzas Armadas Mexicanas de siempre

CON MÉXICO EN LA MENTE

Las Fuerzas Armadas Mexicanas de siempre

Las Fuerzas Armadas Mexicanas de siempre

HÉCTOR SÁNCHEZ GUTIÉRREZ

La participación de las Fuerzas Armadas, además de cumplir con las tareas de prepararse y estar en condiciones de garantizar la Defensa exterior y la seguridad interior del país, ha sido constante en la aplicación del Plan DN-III-E, apoyo a la seguridad pública, programas sociales, construcción de magnas obras, atención a la pandemia y la distribución de vacunas, entre otros, siempre en la búsqueda del bienestar de los mexicanos.

Sustentan su actuación en el texto constitucional y en las leyes orgánicas de cada una de las tres que atienden las áreas estratégicas geográficas de tierra, mar y aire; así como la recientemente incorporada Guardia Nacional quien se encarga del área estratégica temática de seguridad pública.

La vocación civilista de las actuales fuerzas armadas la estableció don Venustiano Carranza al no aceptar grado militar, denominándose "Primer Jefe del Ejército," sustituido por el de "Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas," al asentarlo en nuestra Constitución vigente.

El Estado Mexicano, dentro de las atribuciones de su soberanía, tiene como prioridad el mantener y preservar las condiciones que permitan la integridad, estabilidad y permanencia de sus propios componentes, buscando siempre alcanzar niveles superiores de desarrollo político, económico, social, científico y cultural.

Esto lo obliga a establecerse retos y alcanzarlos, en materia de gobierno interno, relaciones exteriores, justicia, seguridad ciudadana, sistemas de información e inteligencia, prevención, respuesta y mitigación de riesgos y desastres, entre otros.

Para estos desafíos, las Fuerzas Armadas forman parte de la estructura estatal y coadyuvan en la resolución de los problemas inherentes, aportando sus capacidades para las mejores soluciones y minimizar efectos; contribuyen al bien común de la población incluyendo la seguridad nacional, protegiendo y preservando los recursos para asegurar la continuidad del desarrollo social como misión esencial y permanente

La seguridad nacional, como condición para asegurar el desarrollo de México, es la actitud más sensata por asumir, porque, al apoyarse en la inteligencia estratégica, contempla la identificación de causas presentes y probables que puedan afectarlo y participa en las acciones que permitan solucionarlos, garantizando un desarrollo equilibrado.

Y es aquí donde la Defensa Nacional, como la expresión militar del Estado mexicano, se vincula en forma subordinada a la seguridad y política nacionales, como garantes del desarrollo social y económico del país.

Actualmente, el cumplimiento de estas misiones ha colocado la actuación de nuestras Fuerzas Armadas como objetivo de comentarios diversos.

El Servicio de Sanidad Militar, orgullo de los militares, por su desarrollo profesional y tecnológico, está viviendo una carga adicional en sus tareas cotidianas, pagando el costo correspondiente en vidas por su activa participación en la pandemia que nos aqueja.

El Cuerpo de Ingenieros, otro orgullo militar como muchas otras especialidades de la institución, también solo cuenta con capacidades congruentes a las necesidades de vida y operación de las tropas, asentadas en los presupuestos anuales autorizados para el programa sectorial del sector defensa.

Por lo que las Fuerzas Armadas, cada vez que les asignan tareas adicionales, "dentro de las facultades constitucionales de quien ordena y de las obligaciones que les señala la ley vigente".

Elaboran y presentan estudios que incluyen un informe de las capacidades disponibles y una lista de necesidades en recursos humanos, materiales y financieros, que son asignados por la autoridad legítima y legalmente acreditada para hacerlo, cumpliendo las autoridades militares con la obligación doctrinaria y legal de realizar informes periódicos del avance de las tareas realizadas.

La capacidad de desarrollo y bienestar social permite la estabilidad política de todo país, "siendo responsabilidad de su Gobierno evitar la promoción y vinculación entre violencia y crisis," originados por las presiones sociales, económicas y por la falta de medios, evidenciando que no hay seguridad sin desarrollo, ni desarrollo sin seguridad; y, solo fortaleciendo esta simbiosis, disminuirá la necesidad de que la desesperación haga recurrir a la violencia para conseguir sus imperativos sociales.

El día 19 de febrero, conmemoramos el Día del Ejército, "organismo permanente" del Estado mexicano que cumple más de 100 años de servir a México con pundonor y vocación nacionalista, en un actuar callado y no deliberante; es y seguirá siendo la institución granítica, respetuosa y responsable, que, debemos estar seguros, sabrá superar los imponderables que se presenten, sin perder el rumbo de velar por los mexicanos.

Escrito en: Con México en la mente seguridad, desarrollo, Fuerzas, tareas

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas