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Mafias del oxígeno amedrentan a Perú

Las iniciativas de oxígeno gratuito han caído muy mal a grupos que buscan lucrarse

Mafias del oxígeno amedrentan a Perú

Mafias del oxígeno amedrentan a Perú

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En Perú, regalar vida durante la pandemia puede poner en peligro la tuya propia. Así lo sienten en carne propia quienes dan oxígeno gratis a decenas de miles de enfermos de la COVID-19 y ahora viven amenazados de muerte por mafias que los amedrentan con granadas de guerra y hasta incendian sus casas.

"Estamos pisando callos. Nos enfrentamos a empresarios sin escrúpulos que venden el oxígeno sin importar que miles de peruanos y peruanas se endeuden de por vida", relata Álvaro Paz de la Barra, alcalde del distrito limeño de La Molina y presidente de la Asociación de Municipalidades del Perú (Ampe).

A Paz de la Barra le dejaron recientemente una granada de guerra frente a su casa, según denuncia él mismo, un paso más en la escalada de amenazas que vive desde el año pasado a través de distintos mensajes y llamadas, lo que le ha obligado por seguridad a que trasladar a su familia fuera de Perú y a él a llevar escolta.

La razón detrás de estas amenazas son los más de 100,000 tanques de oxígeno que estima haber rellenado gratis con la primera planta móvil de oxígeno de Latinoamérica, implementada a través de la Ampe, y luego con la planta que hizo de La Molina, el primer distrito de Perú en contar uno de estos equipos para dar oxígeno "a cero costo".

CRISIS MUY LUCRATIVA

Las iniciativas de oxígeno gratuito como las de Paz de la Barra han caído muy mal a grupos en la sombra que buscan lucrarse sin compasión de la necesidad de los enfermos, pues la venta de oxígeno se ha vuelto uno de los bienes más preciados de la pandemia en Perú.

El país sufre una grave escasez al incrementarse su demanda hasta en un 300 % durante el mayor pico de la segunda ola, lo que supone un déficit de 110 toneladas métricas diarias.

Con los hospitales desbordados, muchos enfermos de la COVID-19 tienen que conformarse con quedarse en casa bajo los cuidados de sus familiares, que a diario salen desesperadamente a la calle con el tanque de oxígeno de su pariente a cuestas para encontrar un lugar donde recargarlo y dar unas horas más de vida a su ser querido.

En esa dramática situación, la máxima expresión de la ley del libre mercado hizo que un tanque de oxígeno diez metros cúbicos pasase de valer de unos 800 a 6,000 soles (de 216 a 1,620 dólares).

CASA INCENDIADA

Con su casa en llamas terminó el empresario Juan Torres Baldeón, más conocido como Jota Baldeón, quien en Iquitos, la capital de la amazónica región de Loreto, estima haber rellenado unos 8,000 tanques de oxígeno durante la pandemia gracias a una planta instalada por iniciativa propia.

"Recibí amenazas por teléfono, me exigían que les venda el oxígeno, pero respondí que no, que nosotros hacemos labor social", contó hace unas semanas a medios locales Baldeón, quien es candidato a gobernador regional de Loreto para 2022.

"La respuesta de ellos fue: 'Si no nos vendes, vete de Iquitos'. El 28 de enero quemaron mi casa en represalia porque anunciamos que en un par de días traeríamos otra planta. Eso les molestó", agregó.

Escrito en: oxígeno, Perú, planta, Baldeón,

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