Contagios y muertes, igual que en julio y agosto

A pesar de que en el semáforo epidemiológico en el país predominan el naranja y el amarillo, por la disminución de contagios en esta temporada, las cifras de la Secretaría de Salud (Ssa) indican que si bien el número de contagios ha disminuido 50%, respecto a enero, y las defunciones también han reportado un descenso, ambos indicadores se asemejan a los de julio y agosto de 2020, cuando México vivió el primer pico de la pandemia por COVID-19.

En febrero se reportaron 222 mil 678 casos, la mitad de los registrados en enero, así como 27 mil 179 defunciones, lo que significó 5 mil 550 menos que el mes anterior, mientras que en lo que va de marzo han ocurrido 76 mil 937 contagios, aproximadamente 5 mil 918 por día. Esta cifra es similar a las de julio y agosto, cuando, en promedio, se registraron 6 mil cada 24 horas.

En cuanto a defunciones, en los 13 días de marzo se han reportado 8 mil 775, un promedio de 675 diarias, cifra superior a las reportadas en julio y agosto, cuando ocurrieron 610 y 658 defunciones al día, respectivamente, también supera al promedio de decesos por día durante diciembre, cuando hubo 640.

Especialistas alertan que las vacaciones de Semana Santa podrían complicar el panorama de la pandemia en México.

"En Italia empezarán un nuevo confinamiento debido al incremento de casos en los últimos días, ahorita vemos que en México se está estabilizando la situación, pero respecto a enero, que fue el mes más brutal. Si revisamos los datos, estamos como en la primera oleada ocurrida en julio y agosto de 2020. Si nos descuidamos en Semana Santa, no dudo que podamos alcanzar cifras catastróficas similares o incluso mayores a las de diciembre y enero", resaltó Malaquías López, académico de la UNAM.

Destacó que si la sociedad no se queda en casa durante ese periodo, el país podría regresar a niveles tan elevados como los de enero y febrero.

"Con algo tan intenso de por medio, no sólo se verían cifras iguales a las del pico que apenas pasamos, sino que puede ser más peligrosa, pues es toda la semana y la que sigue y mucha gente sale de vacaciones, por eso la población no debería confiarse.

"Seguimos en un riesgo importante, la disminución de casos podría ser un espejismo si consideramos que no hemos alcanzado las cifras de septiembre, cuando la intensidad de la epidemia realmente bajó", detalló.

En 2020, las celebraciones por Semana Santa se llevaron a cabo entre el 5 y 11 de abril y apenas se contabilizaban 4 mil contagios y 273 defunciones, pero en dichas fechas ya había iniciado la Jornada Nacional de Sana Distancia y la presencia de vacacionistas en las playas del país fue mínima.

A su vez, el epidemiólogo Carlos Alonso señaló que si bien ha disminuido la intensidad de la epidemia, los niveles son elevados y no se puede generalizar la percepción de que terminó.

Para el infectólogo Alejandro Macías Hernández, el Gobierno debe dar celeridad a la vacunación, pues a medida que una gran cantidad de población cuente al menos con la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19, será más fácil mitigar los contagios.

Previo a la Semana Santa, la Ssa indicó que en las entidades con semáforo amarillo y donde haya playas serán las autoridades locales las que determinarán las medidas a fin de no entorpecer la reapertura económica.