'Gato' Ortiz cuenta su experiencia
El orgullo duranguense en el arbitraje profesional tiene nombre, apodo y apellido: Marco Antonio "Gato" Ortiz, con quien El Siglo de Durango platicó, después de su experiencia de pitar el Clásico Nacional, Chivas contra América.
Y ¿Cómo te sentiste en el Clásico?
Muy bien. Contento, motivado y feliz de poder estar de nueva cuenta en el clásico nacional.
Y ¿La equidad de género es importante, ahora en el arbitraje?
Desde luego. Está más que comprobado que las mujeres y los hombres han demostrado capacidad en cualquier actividad. Y que con trabajo se puede lograr cualquier cosa.
Y ¿Sentiste, en algún momento, nerviosismo?
Lo normal. Más que nervios, un tanto de ansiedad por salir al terreno de juego. Mucha adrenalina y emoción.
Y ¿Cómo llevar un partido entre los dos grandes equipos de México?
Con mucha preparación física, técnica, táctica. Análisis profundo de esquemas de juegos de ambos equipos, jugadores y posibles acciones que pudieran presentarse.
Y ¿Sin dudar viste tarjeta roja para Miguel Ponce?
Sin dudarlo ni un segundo. Tuve la ubicación correcta y el ángulo adecuado para apreciar de primera vista la entrada de juego brusco grave. Y tomé la decisión correcta.
Y ¿Cómo imponer respeto entre jugadores estrellas?
Personalidad, carácter, respeto y orden. Sin duda, han sido las características principales en mi persona y carrera arbitral.
Y ¿Crees que con estas actuaciones en juegos importantes te acerques más a un Mundial?
Sí, desde luego. Estamos en el camino correcto con la meta y objetivo bien puestos en un mundial. Trabajaremos día a día hasta conseguirlo.
Y ¿Cuáles fueron las palabras de tu papá, después del Clásico?
"Felicidades, hijo. Estamos muy orgullosos de ti. Muy buen trabajo".
Y ¿Cómo se evaluaron tus compañeros árbitros y tú al finalizar el juego?
Siempre, después de cada partido, hacemos una retroalimentación en conjunto con el área técnica donde hablamos en lo que se hizo bien y sobre todo en las áreas de oportunidad que tenemos para mejorar. Y, bueno, contentos porque lo que se planeó se llevó a cabo. Dejando muy poco a la suerte.
Y ¿Qué consejo les das a los árbitros jóvenes de Durango?
Que se motiven y trabajen duro por sus sueños. Vivir este tipo de experiencias no tiene límite en cuanto a satisfacción y alegría.
Todo es posible. Si yo lo logré, todos pueden hacerlo.