Cocinar es amar

Nuestras abuelas son fieles creyentes de que por la barriga se gana el corazón de las personas y se llega a la felicidad.

Sin duda alguna, la comida es una de las cosas más importantes de la vida, desde la lactancia materna que no es sólo un acto físico, están implícitos muchos aspectos emocionales.

Recuerdo que, de chiquita, esperaba la navidad para amasar y cocinar galletas junto a mi adorada tía Loló. Existe un bello recuerdo en aquella cocina, todavía al día de hoy, me es imposible igualar el sabor de su comida, aunque, la alacena de mi casa parece un museo de frasquitos de colores, sabores y texturas distintas, aun no logro el toque exacto.

La vida es muy corta para comer y beber mal, y creo que, también es muy corta para quedarte obnubilado y no hacer algo al respecto, así que cada día decido aprender y mejorar mi técnica gastronómica. La comida es un arte en sí mismo, alimentarse es una experiencia compleja donde todos los sentidos importan: el lugar, la comida, la ambientación, el vino, y la compañía.

Todo lo que rodea el acto de alimentarnos, desde la elección de la comida hasta la forma de masticar, son factores que nos nutren física y espiritualmente.

Para buscar alimentarnos de una manera óptima tendríamos que hacer un alto antes de tomar los alimentos para reflexionar sobre qué es lo que estamos buscando en la comida.

Uno puede contestar que saciar el hambre, pero es necesario pensar en las razones que tenemos para comer, ya que más que saciar el hambre, no debemos olvidar que es nuestro combustible, más que comer hay que alimentarnos y nutrirnos.

La vida alocada y desequilibrada que llevamos propicia que llevemos una vida sedentaria y poco sana, esto nos hace elegir alimentos rápidos y baratos por lo tanto perjudiciales para nuestro cuerpo, y nos olvidamos de escucharnos y tomar en cuenta que es lo que realmente necesitamos para tomar energía. La alimentación, el hábito que más influye en la salud, por medio de ella el organismo obtiene la energía que necesita para funcionar y los componentes para crecer y auto repararse.

Elige alimentos lo más frescos y naturales posibles, porque así aportan mayor cantidad de prana, come alimentos que se echen a perder con el tiempo, sin tanto sodio o conservadores, si proviene de una planta cómelo, si fue hecho en una planta mejor no lo comas, consume de todos los colores, paga más, come menos, enfermarte sale carísimo, evita los productos que contengan más de 5 ingredientes, come alimentos dulces en su forma natural, deja de comer antes de sentirte saciado y come siempre en una mesa, como Dios manda, vive bonito, pon flores y un mantel chulo, siempre tenemos que hacerlo en condiciones agradables, no es bueno nunca platicar de problemas, de cosas que nos causen tristeza ni de lo que nos altere la energía, porque son elementos que no nos ayudan a que tengamos una buena asimilación de la comida.

Bendice tus alimentos, es necesario dar gracias por tener comida que tantos no la tienen y programarla para que nuestros platos nos den los nutrientes que necesitamos y que se les quite cualquier energía que nos pudiera hacer daño. La forma de programar la comida es con las manos, las cuales se deben de frotar para activarles sus centros energéticos, todo pídelo desde tu corazón así: "Damos gracias y que toda la energía que está en mi comida y que no sea buena se libere y que solamente quede aquello que mi cuerpo pueda asimilar y sea positivo para él".

La salud es cosa de todos los días, aunque nos parezca difícil de creer, si creas hábitos saludables, poco a poco vas a lograr un buen estilo de vida para ti y tu familia. Ahora que veo cocinar a mis hijas, me llena de satisfacción ver la vibra y el amor que les ponen al preparar platillos saludables, light, nutritivos, divertidos y de manera creativa y sobre todo que nos los comparten y eso nos hace feliz a todos, pues para nosotros cocinar, siempre ha sido terapia, un momento de desestres e inspiración y es verdad, que, para que un plato salga rico hay que ponerle cariño, dependiendo de la forma en que lo hagamos podremos dar alegría o pesar a quienes los coman, lo que queremos es que nos aporte la energía buena que necesitamos.

Así que, durante el proceso de preparación, debemos estar en ese mud o sintonía, cuando pongo algo de música y me inspiro al cocinar, me pregunto ¿cómo puede ser que yo haya sido capaz de cocinar algo tan rico? y simplemente me doy cuenta que, cocinar es amar...

Cuando cocinas, te amas a ti mismo y, si cocinas para otros, también les demuestras que los amas, cocinar es amor, dedicación y afecto. Y tú, ¿con que actitud cocinas?