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Busquemos opciones para la ejercitación física

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IGNACIO ESPINOSA

La contingencia sanitaria que nos aqueja en prácticamente todo el mundo no sólo nos ha afectado en temas como la salud y la economía, sino que además nos ha asustado a tal grado que tememos contagiarnos de Covid-19 a cualquier lado que salimos, de ahí que generalmente desistimos de realizar cualquier actividad física.

Sin embargo, podríamos considerar otras opciones que están muy al alcance de todos, como el simple hecho de salir a caminar por las mismas calles de la colonia, barrio o fraccionamiento donde vivamos, claro que con las medidas sanitarias que todos ya conocemos, como el uso del cubrebocas y evitar tocar objetos que nos encontremos en el camino.

Todos conocemos, incluso, lugares al aire libre por donde podemos caminar, como podría ser un bulevar donde hay amplia vegetación y donde se respira aire libre, sobre todo si se trata de vialidades que se pueden recorrer en horas donde el tráfico vehicular no es tan intenso, por aquello de no respirar los gases contaminantes que emiten las unidades motrices.

Pero además podemos buscar pequeños parques, jardines o plazas cercanos a los lugares donde vivimos y en los que podemos caminar, trotar o hasta correr, si es que las condiciones para ello lo permiten. Si sólo se puede realizar la primera de las actividades mencionadas, es más que suficiente para relajarnos, desechar ese estrés que traemos a cuestas o, incluso, echar a volar la imaginación pensando que estamos en un sitio en el que podemos encontrar ese espacio donde hallamos esa tranquilidad que requerimos para salir adelante en un entorno donde no siempre podemos sentirnos a gusto.

Debido a que los gimnasios aún no son espacios donde se pueden dar cita todos los deportistas, atletas y todos aquellos que acudían hasta antes de que cerraran por instrucciones del gobierno federal, recordemos que existen otras opciones a las que podemos recurrir y donde nos podemos ejercitar sin el riesgo de contagiarnos de Covid-19, aunque los gimnasios son establecimientos donde se deben aplicar todas las normas sanitarias para evitar precisamente un caso de ese tipo.

Sin embargo, si existe el temor de ser víctima de dicha enfermedad, lo mejor es no correr el riesgo y esperar a que se nos aplique la vacuna correspondiente para estar protegidos de dicho virus, para así poder acudir a esos espacios con la certeza y la tranquilidad de que el peligro en ese sentido ya ha pasado.

Mientras tanto, podemos continuar con rutinas menos riesgosas como caminar, trotar o correr en espacios abiertos como los ya descritos, donde además se puede respirar aire puro si se acude en las primeras horas del día, es decir, muy temprano, antes de que el tráfico vehicular contamine el ambiente, o ya por la tarde, una vez que disminuye la circulación de unidades motrices.

Aunque habrá quien se incline ya por regresar a los gimnasios para ejercitarse físicamente, también hay quienes prefieren esperar a que haya mejores condiciones sanitarias. Por supuesto que ambas posturas son respetables y no pueden ser cuestionadas, ya que cada quien es libre de decidir cómo se cuida en los aspectos de la salud y de la activación física.

Empero, siempre lo más importante es tener presente que debemos acatar las normas mínimas de prevención, un aspecto que no debemos hacer a un lado si deseamos mantenernos libres de ese virus que ya ha cobrado la vida de poco más de 200 mil personas en nuestro país y de poco más de 2 mil 200 habitantes en nuestra entidad federativa.

A estas alturas de la contingencia sanitaria, en la que todos ya quisiéramos estar vacunados para despojarnos de esa sensación de incertidumbre y de estrés ante el temor de ser contagiados de Covid-19, lo cierto es que aún faltan meses (tal vez hasta los primeros meses del año entrante), para que la mayor parte de la población esté inmunizada contra la referida enfermedad.

Dentro de este contexto, insisto, lo más recomendable es continuar con una rutina en la que no nos expongamos innecesariamente a un riesgo de contagio, la cual puede consistir en acudir a espacios públicos, o bien, realizar activación física dentro del hogar si se dispone de algunos aparatos para ello o de algunos artículos básicos como pesas, alguna bicicleta fija, una caminadora o algún otro objeto que pueda ser útil para ese propósito.

Y es que la pandemia del nuevo coronavirus nos ha obligado a permanecer más tiempo en casa, lo cual nos ha servido para ejercitarnos dentro del hogar, para el caso de quien dispone de esos medios ya comentados y, sobre todo, del espacio, pues no siempre se cuenta con un área adecuada para ese tipo de actividades.

Por ello, estimado lector, se requiere optimizar el tiempo para aprovecharlo adecuadamente en esas actividades de ejercitación física, que son indispensables para sentirnos mejor con nosotros mismos, ya que cuando terminamos alguna rutina de esa clase experimentamos una especie de satisfacción y relajación.

De ahí que lo invito a continuar con la activación física, sin importar si se realiza dentro o fuera del hogar, pues lo más importante siempre será mantenernos en movimiento, para ejercitar el cuerpo y así cumplir el objetivo de "mente sana en cuerpo sano", una meta que es posible cristalizar si nos proponemos, por lo menos, caminar de 15 a 30 minutos diariamente o, incluso, fijarnos propósitos más ambiciosos como trotar o correr, además de otras actividades que se pueden desarrollar en el hogar o en algún gimnasio.

Escrito en: Padres e hijos podemos, pueden, todos, siempre

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