El 'Chino' Pérez

(Segunda parte)

Ese 1978 cuando Joel "Chino" Pérez fue Novato del Año de Liga Mexicana de Beisbol (LMB) resultó ser una gran temporada para Alacranes de Durango, de hecho fue la mejor en su historia en lo que a juegos ganados se refiere.

El debut de Pérez coincidió con una temporada de 85 victorias, lo que les dio el cuarto mejor récord de la LMB al presumir un 85-65 y el mejor en la historia de esta franquicia, incluyendo los números que ha recopilado Generales desde el 2017.

Sin duda que ese fue el mejor equipo y así recuerda Joel "Chino" Pérez esa que fue la única temporada en la que él participó con la casaca "arácnida".

"Ese año de 1978 recuerdo que Jerry Hairston mantuvo una dura lucha por ganar el título de bateo; al final terminó en segundo lugar", recordó el segunda base sonorense.

Sólo tres milésimas separaron al campeón bateador que fue Rommel Cánada de Saraperos de Saltillo con .366 del .363 de Hairston.

La escuadra de Durango dirigida por Benjamín Cerda tuvo a Hairston como su mejor bateador, pero muy cerca se quedó el "Chino" con su .358, seguidos por Roberto Méndez y Reggie Sanders con .323, Ray Torres con .320 y Rigoberto Villela con .314.

En la lomita los mejores en triunfos fueron Guillermo Gutiérrez con 17, Juan Veintidos y Sergio Cázares con quince cada uno y Ernesto Córdoba con diez.

Un año después y ya con Joel "Chino" Pérez jugando para Plataneros de Tabasco, el Novato del Año fue Fernando Valenzuela con Leones de Yucatán.

"Me tocó batearle a Fernando Valenzuela cuando él estaba en Yucatán, en ese tiempo no lanzaba el tirabuzón, pero lanzaba muy bien; tenía una curva muy pronunciada, sobre todo ahí en Yucatán que era una plaza muy difícil para los bateadores y era muy difícil batearle al "'Toro'", agregó en entrevista vía telefónica.

Aunque Valenzuela se le hizo difícil, no hubo alguien más complicado para él que el legendario Vicente "Huevo" Romo.

"Todo el tiempo se me hizo muy difícil Vicente "Huevo" Romo; había lanzadores que tiraban más duro, pero Vicente era un gran pitcher que tenía muy buena curva y luego te lanzaba un tenedor que estaba peor para batearle, así que era muy complicado", explicó.

Así como hubo pitchers muy difíciles para él, también tomó de clientes a algunos grandes lanzadores.

"Cuando estábamos en la Anabe (Asociación Nacional de Beisbolistas) había un pitcher que tiraba muy duro y jugó Grandes Ligas, de hecho Armando Reynoso se fue de la Anabe a Grandes Ligas y tiraba muy duro pero se me facilitaba mucho batearle, hubo varios, pero él entre más duro me tiraba, más duro le bateaba ya que yo era muy bueno para batear la recta y no me pasaban tan fácil", aseguró.

1978 fue redondo para Pérez y en su vida personal firmo el contrato de matrimonio y decidió irse a vivir a Puerto Vallarta.

"Desde que me casé en 1978 me vine a vivir a Puerto Vallarta y trabajo para un estadounidense David King, que se dedican a organizar torneos de softbol de universidades en la rama femenil. Aquí hacen torneos una vez al año con las mejores universidades de Estados Unidos y hacen evento aquí en febrero. Se hacen dos torneos en dos semanas con siete u ocho equipos por semana y se pone muy bonito", explicó.

Como ya escribimos la semana pasada, Pérez jugó con Alacranes en 1978 y luego pasó a Plataneros de Tabasco al año siguiente, equipo con el que jugó hasta 1980 cuando decidió unirse al movimiento de la Anabe y fue así como regresó a Durango para jugar en la Liga Nacional.

"Volví con la Anabe y regresamos ya que jugué con Alacranes de Durango; nunca me he arrepentido de lo que hice porque nosotros creímos que estábamos en nuestro derecho de hacer las cosas para buscar tener todas las cosas que no nos daban en la LMB", subrayó.

Esa decisión frenó la carrera del joven jugador de cuadro ya que jamás volvió a jugar en la LMB.

"No me arrepiento porque hubiera podido regresar a LMB si yo hubiera querido, pero nosotros nos aguantamos, nos fajamos en la Anabe y afortunadamente nos fue bien y no me arrepiento de nada, aunque mi carrera dentro de MLB se terminó porque no me dieron la oportunidad de ir de manejador o de coach yo le fui fiel a mis ideales y me quedé en la Anabe", comentó.

Al nacer la Anabe, los peloteros que la integraban pudieron participar en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), sin embargo, al pasar unos cuantos años el boicot también incluyó a la pelota invernal.

"En invierno yo jugué con Naranjeros y Mayos, pero nada más jugué cinco años porque también nos castigaron y si mal no recuerdo creo que fue en 1983 el último año que jugamos en esa liga y ya no nos dejaron jugar, sólo nos dieron oportunidad de jugar dos o tres años más y ya; yo me quede en Vallarta, después se terminó lo de la Anabe y yo seguí jugando en otras ligas que eran semiprofesionales, pero al final bien todo, no me arrepiento de nada.", apuntó.

Casi cuatro décadas han pasado y en todo ese tiempo el "Chino" no ha vuelto a Durango a darse una vuelta por el estadio Francisco Villa donde vivió la mejor temporada de su vida.

"Hace muchos años que no he vuelto, según me cuentan que la ciudad está muy cambiada pero no he tenido el gusto de regresar; con la carretera nueva queda más cerca de Mazatlán a Durango", concluyó.

Ojalá la nueva directiva lo invite y lo lleve a lanzar la primera bola en un duelo de esta temporada, seguramente a la afición le va a dar mucho gusto verlo.

En LMB Pérez jugó la segunda base, las paradas cortas, pero en 1978 fue bateador designado.

Cuídese mucho.

Buen día, es viernes; que hoy le vaya bien.

Goodbye Horses.....!!

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