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Morena sabía que se echaba un alacrán al cuello

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Morena sabía que se echaba un alacrán al cuello

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JUAN MANUEL CÁRDENAS

El dicho predilecto que se le escuchó decir a José Ramón Enríquez cuando era Alcalde fue el de: "en política no hay sorpresas, hay sorprendidos". Y aplica de manera perfecta a los momentos que vive actualmente el partido Morena en Durango, tras la molestia del oftalmólogo por no ser el ungido para la candidatura por el Gobierno del Estado.

Resultaría difícil creer que entre todas las desbandadas que ha acogido ese partido desde su creación no conociera los perfiles de quienes estaba reclutando, incluyendo a Enríquez Herrera y el beligerante historial que arrastraba cuando se incorporó a las filas de Morena desde el Senado de la República.

El arranque porril que se exhibió este sábado en las oficinas estatales de Morena, cuando grupos afines a José Ramón Enríquez tomaron la sede para manifestar su descontento porque no le dieron la candidatura a la gubernatura, es una pequeña muestra de lo que puede suceder si no hacen algo antes de la contienda electoral; porque entonces sí, tendrían al enemigo en su propia casa.

José Ramón Enríquez formó parte del gabinete que integró el exgobernador Ismael Hernández Deras, como Secretario de Salud. Todavía hay personas que recuerdan las labores de gestión que realizó para concretar la apertura de varias clínicas, sobre todo en la zona rural, y la defensa de los trabajadores por mejorar sus condiciones laborales. Sin embargo, dos años después el galeno fue removido y se habló de una ruptura ríspida entre ambos.

Durante el proceso electoral del 2010, como dirigente estatal del Partido Convergencia, Enríquez Herreras fue de los más férreos defensores de la candidatura de José Rosas Aispuro para la gubernatura, como parte de la coalición "Durango nos une"; estuvo presente en todos los eventos que requerían de la presencia de los representantes de los partidos, que incluían a Acción Nacional y la Revolución Democrática y no se guardaba los reclamos que en ese momento creía pertinentes en contra del actuar de quienes entonces encabezaban el Instituto Electoral local.

Seis años después, investido como panista, Enríquez Herrera ganó la Presidencia Municipal de Durango; mientras que en las elecciones federales del 2018 participó como candidato al Senado de la República, resultando derrotado por el efecto AMLO, aunque llegó a la Cámara como legislador de minoría. Pero su orgullo blanquiazul duró poco, pues las diferencias propiciaron que asumiera las siglas de Movimiento Ciudadano y una división en Acción Nacional, pues varios perfiles optaron por seguir al galeno en su proyecto político que ya enfilaba a la gubernatura.

Todavía tuvo el arrojo de buscar la reelección por la Presidencia Municipal por Durango en el proceso del 2019, enfundándose entonces en el supuesto respaldo que "siempre" había mostrado por el proyecto de Andrés Manuel López Obrador para que lo voltearan a ver como candidato por Morena, en lo que fue el primer coqueteo directo con el partido del Presidente. Sin embargo, tuvo que conformarse con representar Movimiento Ciudadano y perdió en las urnas ante Jorge Salum del Palacio y Acción Nacional.

Tras dejar la Alcaldía y asumir de nuevo la Senaduría, el oftalmólogo quedó exhibido a nivel nacional a principios del mes de junio del año 2020 cuando dejó las filas de Movimiento Ciudadano y se incorporó a la bancada de Morena para que este partido lograra así los 60 integrantes que requería para lograr las dos terceras partes de la asamblea, suficientes para convocar a periodo extraordinario de sesiones.

A partir de entonces Enríquez Herrera se enfocó en realizar los amarres políticos que le permitieran acceder a la candidatura para el proceso electoral del próximo 5 de junio, utilizando el capital político que aportó a Morena para disfrazar la promesa de unidad y de trabajar por el éxito del partido; se relamía los bigotes cuando, en la penúltima semana de diciembre pasado, el dirigente nacional, Mario Delgado, exhibía los resultados de las encuestas que iban a servir para definir a la persona a quien se le concedería la candidatura, pues encabezó todas las tablas. Pero aun así, se definió a la alcaldesa gomezpalatina Alma Marina Vitela como precandidata a la gubernatura.

Publicaciones en redes sociales, conferencias de prensa, embates de los liderazgos contra el proceso de designación y una queja formal ante la Comisión de Honor y Justicia de Morena, le siguieron al proceso de designación de la precandidata. Enríquez Herrera y sus grupos son unos incendiarios y ahora Morena comprueba que estaba jugando con fuego, lo cual puede resultarles sumamente peligroso y contraproducente ante la proximidad de las campañas electorales.

Las consignas directas de Emmanuel "El Termi" Reyes, conocido porro egresado del Tecnológico de Durango y principal aprendiz de Enríquez Herrrera, en contra del dirigente estatal de Morena, Otniel García Navarro, a quien llamó "cobarde" y pidió que "le diera la cara" en la toma de las oficinas estatales del partido, representan un foco de alerta de que el conflicto puede crecer en mayores proporciones y resquebrajar la ventaja en las preferencias que todavía ostenta Marina Vitela en la contienda por la gubernatura.

Escrito en: Nada personal Enríquez, Morena, proceso, entonces

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