Por una democracia sin simulaciones
Después de varios años y diversos procesos electorales internos tanto federales como locales, en los que invariablemente el Partido Acción Nacional postulaba a sus candidatos por el método que se clasifica como de "excepción", el cual no es otra cosa que la vil "designación", el propio partido, convirtió esta excepción en regla y los candidatos eran, invariablemente ungidos por las cúpulas nacional y estatales.
A raíz de los compromisos de campaña del ahora Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Marko Antonio Cortes Mendoza, este se comprometió a que ahora la designación de candidatos sería una verdadera excepción y se privilegiaría la elección interna con el voto de los militantes del Partido, que estén debidamente registrados en el Padrón interno de militantes y que está inscrito en el INE.
Fue así, como en Durango se publicaron las convocatorias en las que se establecía que en 28 municipios se elegiría a los candidatos con el voto de la militancia y por excepción en 11 municipios se aplicaría el método de designación, plenamente justificado. Estas convocatorias y formatos fueron aprobados por los órganos de gobierno del partido, sin mayor contratiempo.
Hasta aquí todo estaba bien, aunque la alianza que se anunció con el Partido de la Revolución Democrática y el Duranguense, no fue del agrado de la militancia en virtud de que el Partido de la Revolución Democrática está en franco declive, en tanto que el Partido Duranguense vive de forma artificial con un porcentaje de votos que en 2018, le transfirió el propio Partido Acción Nacional.
Esta alianza, poco a poco se ha ido asimilando, bajo el compromiso de que no se entregaran posiciones "a modo" a los referidos partidos políticos y en todo caso, ocuparan los últimos lugares y se supone que primero tendrán que probar que han obtenido el 2.5% de la votación para tener derecho a asignación de regidores.
Toda esta información es pública y está en los estrados electrónicos del Partido Acción Nacional y del IEPC, por tanto no estoy develando información confidencial.
Lo grave del asunto en Durango, es que el Secretario General del Comité Directivo Estatal del PAN, autoridad encargada de conducir y garantizar la objetividad, la imparcialidad, la certeza, la legalidad y la transparencia del proceso electoral, en una conducta desenfrenada y quizá desaforada, no solo ha cargado la balanza, sino que ha descalificado pre - candidatos y ha dicho que "se irá del partido" sino gana el candidato de su preferencia. Esta simple declaración, rompe con el principio de equidad e imparcialidad y por si misma motivaría la destitución del referido funcionarios, pero al parecer goza de la simpatía y beneplácito de su superior jerárquico.
Hoy los panistas deberíamos estar de fiesta y sintiéndonos libres de poder elegir libremente a nuestros candidatos, pero no será así, pues el Secretario General ya ha dejado ver claramente que no jugará limpio y que no permitirá que el candidato de su preferencia sea desplazado.
Pero además, para garantizar el control del proceso electoral, particularmente en Durango capital, ha dispuesto que la urna, que tradicionalmente se coloca en la Plaza IV Centenario, ahora se instale en el edificio que ocupa el Comité Directivo Estatal, sede de la Secretaria general, a donde solo podrán entrar y observar aquellas personas que sean identificadas y autorizadas por el Secretario General del Comité Directivo Estatal, fracturando el principio de transparencia.
Queda en claro que el proceso electoral interno del próximo 10 de marzo está siendo conducido con opacidad y la jornada comicial se desarrollara a obscuras, para garantizar no el resultado que arrojen las urnas, sino el que desea el Secretario General del CDE y sus aliados. Toda una democracia simulada.