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ALBERTO AZIZ NASSIF

La austeridad, ¿un exceso?

ALBERTO AZIZ NASSIF

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Primero fue el plan de austeridad y un presupuesto para 2019 con amplios recortes, pero no fue suficiente. Luego vino otro recorte que llegó en forma de Memorándum el pasado 3 de mayo. Se habló de quitar los excesos y los abusos de la alta burocracia. El propio AMLO lo repite de forma permanente en la consigna de que "no puede haber gobierno rico con pueblo pobre". En principio suena muy republicano, incluso hasta juarista con eso de vivir en la "justa medianía". El objetivo general resulta razonable y necesario en un país con tanta pobreza y desigualdad. Sin embargo, el exceso de austeridad se ha vuelto problemático y propicia un malestar en donde ya suenan alarmas. ¿El gobierno de AMLO comienza a traspasar fronteras en donde ya no se trata de quitar privilegios y grasa, sino el músculo de actividades que pueden impedir la buena marcha del país y generar consecuencias negativas?

Ha sido muy polémica la Ley de Austeridad Republicana que llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación. A esa ley se suman medidas extraordinarias como el Memorándum del 3 de mayo, cuya conclusión es que todo lo ahorrado será para "incrementar los beneficios fiscales adicionales que se otorgarán a Pemex". La operación austeridad va en ruta de un de estrangulamiento de la administración pública. Se entiende que hay un cambio de prioridades, pero hay áreas que no son sacrificables simplemente porque se interrumpe la marcha de las instituciones.

Los proyectos que AMLO considera estratégicos, como el rescate de Pemex, se imponen con un costo en donde hace rato que se dejó atrás la austeridad republicana y quizá hemos entrado a una etapa de 'gobierno pobre y pueblo mal atendido'. En una declaración mañanera de hace un poco más de tres meses el presidente habló de pasar a una fase superior, es decir, "de la austeridad republicana a la pobreza franciscana" (EL UNIVERSAL, 2 de febrero de 2019). La prioridad, según AMLO, es la transferencia de recursos directos al pueblo, pero a un pueblo mal atendido. Hoy vemos que los ahorros se irán a una empresa cuyo rescate se ha vuelto una tarea central del gobierno de la 4T. Se ha preguntado mucho por qué no hacer una reforma fiscal y arreglar la recaudación para que ya no haya trampas al fisco. El día de ayer [lunes] se firmó un decreto importante en donde se cancelan las condonaciones fiscales. En los dos sexenios anteriores se condonaron 400 mil millones de pesos (EL UNIVERSAL, 20/05/2019). Sin duda es un paso adecuado.

¿Una mejor recaudación podría aligerar los recortes? Parece que no sucederá así. Las tijeras de jardinero, de las que hablamos aquí hace unos meses, no alcanzaron y en su lugar se ha sacado una podadora que con mucha velocidad cortará el resto: plazas (desocupar, devolver); cualquier comisión al extranjero tendrá que ser aprobada por el titular del poder ejecutivo, lo cual es un exceso, no solo por la desconfianza en el gabinete, sino por la enorme centralización; más recorte al gasto en útiles de oficina, combustible, impresoras; reducciones en viáticos, pasajes, comunicación social y un largo etcétera. La administración pública es una maquinaria compleja y sofisticada, y se necesita entender sus dinámicas y sus componentes. La podadora corta parejo y se llevará partes que son necesarias. El país no funciona sólo con los empleados de base, porque quién tiene el conocimiento y la especialidad para mover al elefante son a los que se recorta. ¿Con la pobreza franciscana funcionará el gobierno?

Los impactos de la austeridad en el sector de ciencia se anuncian como una amenaza peligrosa. En los Centros Públicos de Investigación (CPIs) hay una preocupación genuina porque el estrangulamiento pone en riesgo la generación de conocimiento y la buena marcha institucional. Muchos de los problemas nacionales que necesitan de conocimiento requieren recursos para laboratorios, trabajo de campo, formación, construcción de redes, publicaciones, y todos se verán afectados. Algunas CPIs proponen que se les exima de ciertos recortes para que puedan realizar sus actividades y objetivos fundamentales y que no se afecte el desarrollo científico y tecnológico del país. ¿Cuánta austeridad más aguantará el país?

Twitter: @AzizNassif

Escrito en: ALBERTO AZIZ NASSIF austeridad, marcha, pobreza, pueblo

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