¿Por qué votar este 2 de junio?
Hay diversas voces que advierten de un alto nivel de abstencionismo este próximo 2 de junio; los motivos de la ciudadanía para no votar son muy variados, desde no querer alterar sus planes de domingo, el desinterés por los asuntos públicos, como mecanismo de protesta, por no contar con credencial para votar, por enfermedad, porque ninguna opción política los convence, creen que su voto no vale o que las elecciones son fraudulentas. Sin embargo, los motivos para ir a votar son más poderosos, aquí algunos ejemplos.
En primer lugar, es importante votar para ejercer el poder electoral, en este caso para elegir a los integrantes de los ayuntamientos. Ellos son la autoridad más cercana a la ciudadanía y sus decisiones influyen en nuestra comunidad porque proporcionan los servicios que utilizamos cotidianamente, como agua potable, alumbrado público, pavimentación, seguridad pública, recolección de basura o limpieza de parques y jardines. No votar, significaría dejar a otros la oportunidad de decidir lo que a nosotros nos perjudica o beneficia directamente.
Por supuesto, hay que votar para ser un ciudadano responsable. Las elecciones son el pilar de las sociedades democráticas, si alguien no vota, obstruye el desarrollo de las instituciones públicas; además, hay países donde no hay la posibilidad de elegir a los gobernantes, por ejemplo en las monarquías o en las dictaduras. Por ello, debemos aprovechar la oportunidad de ejercer ese derecho que nos otorga la Constitución, porque también es una forma de opinar y expresarnos. Si no votamos, renegamos de nuestros derechos y no les damos la importancia que merecen.
Tenemos que ir a votar, sabedores que cada una de las boletas vale y es respetada, conscientes de que contamos con un sistema fuerte con muchos controles para lograr que la candidatura que gane, sea la que obtiene la mayor cantidad de votos. Hay un padrón confiable de electores, credenciales para votar, las boletas tienen estrictas medidas de seguridad, las autoridades electorales son imparciales y profesionales, los votos son recibidos y contados por los propios ciudadanos. Los fraudes han quedado atrás.
Por supuesto, hay que votar para vencer al abstencionismo. En la pasada elección, donde elegimos a los diputados locales, solamente participó el 55.75% de la lista nominal, en la última elección de ayuntamientos de 2016 votó un 56.06%. Es decir, hemos tenido fiestas democráticas, con poco más de la mitad de los invitados. En esta elección, podrán votar 1 millón 298 mil 587 duranguenses, en 2,500 casillas, entre mayor sea el porcentaje de participación, es mayor el grado de legitimación de nuestras autoridades.
Hay que votar, porque es un derecho ganado por los ciudadanos. Por ejemplo, el derecho a votar data desde la Constitución de 1824, pero únicamente estaba reconocido para los hombres; a las mujeres se les permitió votar hasta 1953, supuestamente porque se dejaban influenciar y se pensaba que votarían por quien les dijera su marido o los sacerdotes.
Por último, no tan solo hay que salir a votar. Hay que votar informadamente, comparando las propuestas y perfiles de todas las candidaturas; hay que votar libremente, sin dejar que nos obliguen o coaccionen, y conscientes de que el voto es secreto y que jamás nadie se enterará del sentido de nuestro voto.
Consejero del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Durango
Twitter: @omarortegasoria